icono menu responsive
Columnas y artículos de opinión
Que regrese Zambrano
Uriel Flores Aguayo
14 de marzo de 2014
alcalorpolitico.com
Conocí a Jesús Zambrano, todavía presidente nacional del PRD, un poco antes de que se fundará la corriente " nueva izquierda", la agrupación interna popularmente conocida como "los chuchos"; siempre supe y creí que venía de una trayectoria de lucha social, impecable y sumamente comprometida con los intereses populares; en el trato directo lo confirmé: firme, trabajador y sencillo. Todo fue diferente con su llegada a la presidencia del PRD, incluso antes, cuando avaló el intervencionismo oficial que llevó a su tocayo Ortega a la silla que él ocupa; la primera presidencia de los chuchos, si no incluimos el interinato de Naranjo, fue producto de un acuerdo con Calderón, quien movió sus piezas para que el TRIFE se las entregara; lo de Zambrano ya fue distinto, pues habían construido una mayoría artificial desde el poder, que le permitió ser elegido por el Consejo Nacional del PRD.
 
Fuera de la elección federal del 2012, donde contó con el efecto de López Obrador, sus resultados electorales son más bien precarios; cuando afirma que no ve a un partido en crisis hay que desconfiar de sus fuentes informativas y de su buen juicio, pues omite la falta de legalidad interna, el vacío de estructuras, nuestra conversión en franquicias estatales y municipales, la ínfima elaboración teórica y política pero, sobre todo, la firma del pacto por México sin acuerdo colegiado y sin haberlo incluido en la plataforma electoral respectiva. La crisis es tan obvia que no se pude tapar al sol azteca con un dedo; el problema de vivir en una burbuja de poder -pequeña y burocrática- es que se pierde noción de la realidad y se sigue actuando inercialmente y con cierta desfachatez.
 
A pesar de todo, por mi formación partidista de toda la vida, veía con respeto y una relativa credibilidad a Zambrano, hasta el año pasado, con motivo de las elecciones locales en Veracruz, donde se mostró nítidamente simulador y cómplice del corrupto y destructor acto de entrega y alquiler del PRD Veracruzano a las autoridades estatales; él fue partícipe de esa decisión donde se involucraron, juntos o separados, las cabezas principales de su corriente y de la que es su principal aliada, a cambio de fabulosas cantidades de dinero, para impedir la coalición opositora que ponía en riesgo la mayoría del partido tricolor. Con esa postura, en la que intervinieron tanto instituciones locales como federales para constituir un bloque avasallador, colocaron en una situación de debilidad extrema y casi en la inanición al PRD Veracruzano. Viendo el papel que jugaron en la coyuntura Veracruzana, confirmamos que el PRD local es lo que menos les interesa, que es negociable en tanto coloquen a sus fichas y reciban canonjías a cambio; tampoco les interesa ganar elecciones grandes, han renunciado -¿apenas?- a tener verdaderas posiciones de poder, conformándose con las migajas que sus empleadores les quieran arrojar a la mano extendida como línea política.
 

Después del golpe al PRD Veracruzano, sacrificado por los chuchos y sus aliados, uno hubiera esperado cierta rectificación o, al menos, el cuidado de las formas y algún tipo de rubor de parte de Zambrano ; pues no, al contrario, han profundizado la farsa del PRD - rojo, como popularmente se conoce al grupo que usurpó la dirigencia por acuerdo de los chuchos y el oficialismo, alentando el ingreso de enviados del tricolor al PRD y avalando toda ocurrencia y tranza que realicen los supuestos líderes perredistas. Se entiende que lo hace para acondicionarle el terreno a su delfín y para garantizarle a sus patrocinadores un partido dócil que juegue un papel divisor y alineado en la sucesión gubernamental del 2016. Ese es el Zambrano de hoy, por lo menos para los veracruzanos; perdió nuestro respeto, aceptación y cualquier nivel de credibilidad; en su conciencia y como saldo político de su gestión llevara la afrenta que se nos hizo en Veracruz.
 
Recadito: Que le deben o que le ordenaron al PRD rojo que se muestra crítico… con Peña Nieto. 
 
[email protected]