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Columnas y artículos de opinión
Manotazos y democracia
Uriel Flores Aguayo
21 de marzo de 2014
alcalorpolitico.com
El grupo gobernante en Veracruz lleva un poco más de nueve años ejerciendo el poder, a estas alturas ya es obvia su personalidad política y su calificación como conductores de la destinos de nuestra entidad. Del pasado reciente, ex gobernador Herrera, se pude decir mucho y nada a la vez, en tanto que su invocación es medio fantasmal y, en muchos casos, inducida para justificar errores o cierta toma de decisiones. Fidel Herrera, hizo lo que quiso, a su modo, en un afán de continuidad; muchas de sus medidas, además de estar claramente teñidas de su forma de ser, tenían como lógica el establecimiento de una especie de maximato. Dudo que lo haya logrado. Si bien es parte de un grupo político no creo que ejerza funciones de mando absoluto, si me parece que se le escucha y, con las reservas del caso, se le toma en cuenta; pero nada más. El sexenio de Fidel fue el de la política y de las desproporciones; a su modo estableció formas y proyecto. La administración actual, del Gobernador Duarte, es más técnica y, por tanto, lejos de un discurso de política democrática; el carga con los rezagos y compromisos de su antecesor; de muchas formas se ve contenido o limitado para hacer un Gobierno más eficaz y dinámico, con convocatoria amplia. Sigue pendiente en este sexenio la agenda democrática; ese es el tema de temas.
 
Los cambios más recientes en el aparato estatal, poco comunes y drásticos, hablan de dificultades de unidad y rumbo; se nota un desgaste acelerado en el equipo gobernante; el entorno político y económico los tiene cercados y aplicando acciones de coyuntura, sin continuidad de mediano plazo. El cese de funcionarios tan cercanos al Gobernador da cuenta de la profundidad de la crisis pero también de la voluntad política para hacer modificaciones más allá de los afectos. Esta es una gran oportunidad de cambios para Veracruz, que pude inaugurar otro tipo de ejercicio político y apostarle a la democracia. Si todo se queda en un manotazo y en medidas de auto consumo no servirá para mucho, será un simple e intrascendente cambio de nombres; se necesita en grado de urgencia un estilo diferente, una línea nueva y un compromiso real con la democracia, esto es, que se tome en cuenta al ciudadano en su dignidad y sus derechos, que se toleren y estimulen los contrapesos y que se proceda en todo con absoluta transparencia.
 
Pensar en Veracruz es poner por delante a su gente, en igualdad de condiciones, es fomentar la participación ciudadana sin simulaciones, respetar la pluralidad política, aceptar sin condiciones la vigilancia y rendir cuentas claras; sólo una sociedad libre pude ser la plataforma en que se apoye un proyecto de transformaciones que inicie con la aplicación de la legalidad para todos, en una visión de derechos sociales. Pretender la reedición del continuismo grupal puede ser suicida en todos los sentidos; sería preferible optar por la democratización y abrir el juego libertario. Veracruz en paz y viable no resiste más control, formas facciosas, simulación y pérdida de tiempo en entretenimientos palaciegos.
 

El balance de los nueve años del grupo gobernante le es adverso prácticamente en todos los indicadores, especialmente en el campos social y democrático; la única manera de dar un giro a una inercia negativa es la apertura, las formas y líneas nuevas; obvio que no es fácil, falta tradición y siempre se tendrá la tentación de seguir en la comodidad del control casi absoluto de las voces del entorno. Pero no hay de otra a estas alturas, Veracruz dará el salto de modernidad y democracia si hay división de poderes, oposición política, instituciones autónomas, elecciones libres, libertad de expresión, etc.
 
Que sigan los manotazos siempre y cuando sean el inicio de otra voluntad y de cambios de fondo; manotazos al mono partidismo, a los paleros, a la corrupción, a los privilegios políticos, a la ignorancia, a diputados agachones, a munícipes ladrones, a la inseguridad y a todo lo que obstruya una vida libre y con futuro.
 
Recadito: Mientras a los panistas rojos les dan cargos a los perredistas rojos los mantienen como sirvientes.
 

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