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Columnas y artículos de opinión
Nuevo Siglo
21 de abril: los nuevos héroes
Jenaro del Ángel Amador
21 de abril de 2014
alcalorpolitico.com
Paradojas de la vida. Hoy se cumplen cien años de la gesta heroica de civiles y marinos en el Puerto de Veracruz, declarado cuatro veces heroico por un decreto del Presidente Miguel Alemán Valdez, en reconocimiento al valor y arrojo de los habitantes del puerto, que ha sido también, la puerta por donde entró Europa al Continente americano.
 
Y digo paradojas de la vida porque las fiestas del Centenario se han preparado desde hace mucho tiempo; coinciden hoy con otra circunstancia; fiestas preparadas con tanto detalle que podrían ocupar todo el día de hoy.
 
Pero Gabriel García Márquez no escribió el guion y se ha ido de la vida terrenal en Plena Semana Santa, por lo que la oficialidad le rendirá honores el primer día hábil que es hoy, precisamente, habida cuenta de que es mexicano por adopción, y por si no fuera esto suficiente, Premio Nobel de Literatura desde el año de 1982.
 

García Márquez es un hombre universal que nació en Colombia y vivió la madurez de su vida en México.
 
El homenaje será también hoy por la tarde en el Palacio de las Bellas Artes en la ciudad de México, lugar al que llegará el presidente Colombiano Juan Manuel Santos, y que como jefe de estado, no puede despojarse de esta investidura aunque venga al país para un acto privado, y por lo mismo, deberá ser atendido por el jefe del poder ejecutivo de la nación anfitriona.
 
Enrique Peña Nieto presidirá, seguramente, con la prestancia que exige el protocolo de una celebración señera; de gran importancia para los mexicanos, la celebración del Centenario de la Defensa del Puerto de Veracruz.
 

Nuestro país está urgido de nuevos héroes. No de esos que se visten de verde para jugar con la selección nacional de futbol, y que decepcionan constantemente a los aficionados, con las excepciones que confirman la regla, como lo fue el ganar la medalla Olímpica; ni tampoco de los que sacrifican su vida en el auxilio de semejantes en casos de desastres naturales y no naturales, sino de otra clase de héroes.
 
Héroes civiles ajenos a todo interés por enriquecerse en seis años, o a la dádiva política para prolongarse en el tiempo en uso y disfrute de cargos electorales o de gobierno; se necesitan héroes civiles que sirvan a su estado; a su país y que sacrifiquen su tiempo y su futuro político, sin más interés de entregar todo por su patria, como reza el apotegma de la cámara senatorial: La patria es primero.
 
Héroes civiles no a la altura de Juárez, por ejemplo; sino menos inmortales. Héroes civiles que sean recordados por ser justos; honestos y entregados a sus deberes para con sus semejantes y su país.
 

Es mucho pedir en estos tiempos, pero algo parecido necesitamos en esta hora de México en que se estrechan los espacios de convivencia pacífica, y se achica el futuro para las generaciones de jóvenes que hoy, necesitan del aliento de sus gobernantes para ir en busca de una realidad que mejore sus vidas.
 
De esos héroes está urgido el país hoy.
 
Pero también de los héroes de ayer que nos legaron su ejemplo, su heroicidad y su sacrificio de sangre por su patria.
 

Como los que serán recordados hoy en el puerto de Veracruz.