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Columnas y artículos de opinión
En Caliente
Benjamín Garcimarrero
19 de mayo de 2014
alcalorpolitico.com
Ha sido creencia universal, que los seres humanos habitan la superficie de la tierra; pero no es así, en realidad habitamos una de las capas interiores, porque encima de nosotros aún está la atmosfera, compuesta por la troposfera, la estratosfera, la mesosfera, la ionosfera y la exosfera; nosotros vivimos en la troposfera; o sea que por encima de nosotros hay unos setenta y cinco mil kilómetros; mas allá está el caldo interplanetario donde flota temporalmente nuestra frágil barquilla llamada Tierra.
 
Comparativamente estaríamos como los peces flotando en un fluido, del mismo modo que si los peces pensaran, creerían que el mar es el confín de su mundo acuático.
 
Tampoco nuestra piel y nuestro cuerpo se acaba en la superficie de la piel, hay una inextricable dependencia de nuestro ser con el ritmo universal; nuestra facultad racional trasciende los confines de sí mismo, se sale del yo para escudriñar el paraje del plus ultra, rompiendo el ego que nos aprisiona.
 

El sueño y la muerte, hasta ahora nos inquietan porque no sabemos que hay después y porque nadie ha vuelto a contarnos como es ese mundo después de nuestra piel y después de la conciencia.
 
Por lo que a mi toca, he logrado despojarme de los lastres que me aferran a lo conocido.
 
El amor es un ancla placentera que el tiempo nos herrumbra; el odio también ata.
 

La creencia y la fé nos amarran a la esperanza del placer y del gozo.
 
La riqueza nos siembra en la abundancia y a la colección de cosas inútiles; también de eso hay que despojarse.
 
Debemos renunciar a Dios, a la riqueza, al placer mundanal, al odio y al perdón, a los padres y a los hijos, al valor y al temor y a todo aquello que la razón no explica, pero que está ahí… O allá.
 

Yo tengo la intención de hacer pronto ese viaje, salirme de mi piel y cambiar de domicilio al más allá; donde no hay ataduras ni dioses ni temores; ni odios ni placer, ni gozos ni dolor.
 
Lo bueno es que el cuerpo te avisa cuando llega la hora.