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Columnas y artículos de opinión
La inmovilidad de México
Eduardo de la Torre Jaramillo
30 de mayo de 2014
alcalorpolitico.com
“Que no haya ilusos, pues y que no haya desilusionados”
Manuel Gómez Morín
 
México actualmente vive una serie de paradojas con las reformas estructurales emanadas del “Pacto por México”, en ese ímpetu reformista el presidente Enrique Peña Nieto acuñó la frase “mover a México”, que inclusive posteriormente lo convirtieron en spots, como si la gobernación de un país se hiciera a través de aquellos; y precisamente por eso la gobernabilidad está desdibujada, al menos en su segunda fase, que es la de la eficacia gubernamental.
 
Empezaré por la situación económica de México, la cual tiene nulos resultados, en parte se debe a la “reforma fiscal”, cuyo resultado legislativo fue otra miscelánea fiscal más, pero en esta ocasión con un grave retroceso en la recaudación fiscal, y sobre todo por su impacto en la economía en su conjunto; sobre todo, si la contrastamos con los resultados que nos proporcionó el INEGI en este mes de mayo de 2014, en donde el Sistema de Indicadores Cíclicos confirmó que la economía lleva siete meses en recesión, ésta se define como el decrecimiento de la economía, de la producción o del Producto Interno Público; cuyas causas pueden ser la disminución del consumo por escasez de demanda o por corrupción política.  
 

Continuando con la línea de interpretación anterior, los ajustes gubernamentales que le hicieron al crecimiento de la economía, al menos en este año, los cuales otra vez volvieron a bajar las expectativas del 3.9% SHCP al 2.7%, lo que seguramente disminuirá en las próximas mediciones trimestrales. Todo esto se explica de la siguiente manera: en el caso del mercado interno, éste tuvo un impacto por los cambios de reglamentación en la política de vivienda; además del subejercicio en el gasto público; por otra parte, con la reforma energética, hasta que no se tenga la ley secundaria, los empresarios no invertirán en la materia, porque no tienen certidumbre sus posibles ganancias.
 
Todo lo anterior, tiene una explicación, la cual la he escrito en varias ocasiones, el equipo gobernante en estos diecinueve mese de gobierno no entienden la globalización y tampoco tienen una visión sistémica de la economía, lo único que tienen son programas sectoriales y todo eso evidencia el desfase de México con las otras economías del mundo; porque ni con la recuperación económica de los Estados Unidos repuntó la economía mexicana, lo que obliga a pensar que el problema económico es otro; y hay que decirlo en mucho influye quién lleva las riendas de la SHCP tiene mucho que ver, no es lo mismo Pedro Aspe Armella, que lo lleve uno de sus alumnos y trabajadores, como es el caso de Luis Videgaray, quien a estas alturas como suelen decir los analistas norteamericanos, ya es un “lame duck”, es decir un “pato cojo”; quien no ha dado resultados, y vaya ilusos quienes pensaron que podía recomponer la economía nacional de manera voluntarista y además de poner candidatos a las gubernaturas de los estados, -eso se llama ingenuidad política-.
 
Por otra parte, en el ámbito político, el presiente Enrique Peña Nieto está secuestrado por los líderes del Congreso de la Unión, ya que por una parte se encuentra el bróker Emilio Gamboa Patrón, quien fue Senador de la República de 2000 a 2006; Diputado Federal de 2006 a 2009; y ahora nuevamente Senador de la República de 2012 a 2018. En la otra Cámara, la de Diputados se encuentra el padrino, Manlio Fabio Beltrones; Diputado Federal de 2003 a 2006; Senador de la República de 2006 a 2012; y ahora Diputado Federal de 2012 a 2015. Ambos personajes son los nuevos poderes fácticos en el interior del PRI, quienes pueden modificar las leyes secundarias para jugar sus propios intereses y no los de la nación, como ya bien lo demostraron al chantajear al Partido Acción Nacional cuando fue gobierno federal, lo mismo están haciendo el día de hoy con el PRI.
 

Es así como ante la incapacidad económica que demuestra el titular de la SHCP; más los interés creados y fluctuantes de los dueños del Congreso de la Unión, hay que sumarle una serie de políticos provincianos del estado de Hidalgo y del estado de México que no entienden la nueva dinámica política de México, entonces tenemos una mezcla entre el decrecimiento de la economía e ingobernabilidad creciente (Michoacán, Tamaulipas, Guerrero, Estado de México, Morelos, Oaxaca, entre los más visibles) producto de la inseguridad pública; basta recordar que el Estado nace para dotarle de seguridad a sus ciudadanos, y este gobierno ha fallado rotundamente en eso, vaya hasta institucionaliza delincuentes a través de la policía, como es el caso de Michoacán.
 
Finalmente, la sociedad mexicana se encuentra entre el desencanto hacia su clase política en su conjunto, donde afirma que puede haber alternancia más no alternativa política; si a esto le sumo el desempleo con las nuevas medidas fiscales, las cuales bien podrían llamarse de corte fascista; pues la migración, y la economía informal en el corto plazo ya no serán las válvulas de escape para poder sobrevivir en este país, es así que “los que sabían gobernar” serán desplazados nuevamente del poder político por la vía electoral, ello por la inmovilidad en la que sujetaron al país.  
 
Empero, hay ser muy claro, las reformas económicas pertenecen a un fascismo económico, considero que no puede haber mejor definición.