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Columnas y artículos de opinión
Economía y sociedad
Cierre de empresas y caída del empleo. Los efectos del colapso económico estatal
Hilario Barcelata Chávez
12 de junio de 2014
alcalorpolitico.com
La debacle económica que vive el estado de Veracruz se expresa de una manera muy cruda en el desempeño que ha tenido en los últimos meses el sector empresarial. En lo que va del año (enero-junio de 2014) un total de 4,921 empresas cerraron debido a la imposibilidad de mantenerse en el mercado como resultado de la caída del consumo y la inversión.
 

Esta situación no es privativa del estado. En todo el país se vive un fenómeno generalizado de cierre de empresas, sin embargo, en Veracruz se resiente con mayor amplitud, lo cual se refleja de manera clara al observar que se ubica en el lugar 25º entre los estados en donde más empresas cerraron, lejos de Durango que tuvo un incremento de 495, Sinaloa de 341 y Campeche de 211 empresas nuevas.
 
Como resultado de esta tendencia negativa, el empleo registra una considerable caída, como se puede observar en la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) que reconoce una alarmante disminución de la población ocupada de 10,022 personas en el sector primario y de 23,003 en el sector industrial durante el primer trimestre de 2014. Es decir, un total de -38,025 personas que perdieron sus puestos de trabajo.
 


Estas personas se vieron forzadas a obtener una ocupación en la “economía informal” donde la ocupación creció en 21,827, aunque este sector no tuvo la capacidad para absorber a todos los desempleados, por lo que más de 10,000 personas se quedaron sin ningún tipo de ocupación, propiciando que la población desocupada total se incrementara a 25,849 personas.
 
La consecuencia de esta reducción de la ocupación es la precarización del empleo y el empobrecimiento de quienes caen en el desempleo o conservan algún tipo de ocupación.
Esto se puede constatar observando que 16,117 personas que tenían un trabajo asalariado perdieron su empleo, mientras que el número de trabajadores que no reciben remuneración se incrementó en 17,120 personas. De igual modo, el número de trabajadores con acceso a instituciones de salud como prestación laboral disminuyó en 36,841 personas, en tanto que aquellos que no tienen acceso aumentaron en 26,240.
Esta pérdida en la calidad del empleo se expresa también en un incremento en la “Tasa de Informalidad” la cual pasó de un 35.6% en el primer trimestre de 2013 a un 37.6% en el primer trimestre de 2014. Este indicador se calcula sumando el número de trabajadores que trabajan en unidades productivas que no son empresas, más aquellos que desempeñan un empleo doméstico y los agricultores de subsistencia, y se compara con el total ocupados.
 

En términos absolutos, este tipo de trabajadores suman un total de un millón 175 mil personas: de los cuales 824 mil se ubican propiamente en el sector informal, 159 mil realizan trabajo doméstico y 190 mil realizan actividades de agricultura de subsistencia.
Otro indicador que expresa la precarización del empleo es el nivel de salarios que recibe la población ocupada. En este sentido es posible observar que en 2011, un millón 500 mil trabajadores (el 52% del total) tenía remuneraciones inferiores a 2 salarios mínimos mensuales (smm). Es decir, recibían una cantidad inferior (en el mejor de los casos) a 3,800 pesos. Para 2014 este grupo de trabajadores mal remunerados se incrementó a un millón 168 mil trabajadores, 145 mil más que hace tres años, aumentando su participación a un 53%.
 
En el otro extremo, en 2011 apenas 237 mil trabajadores (8% del total) recibían remuneraciones superiores a 5 smm, pero para 2014 este número es aún más reducido ya que alcanza un valor de 195 mil, reduciendo su participación a tan sólo el 6% del total.
De nada han servido hasta el momento las grandes inversiones que se dice han llegado al estado. Tampoco se ve que tengan resultado las políticas de impulso al desarrollo empresarial.
 

La realidad es que las empresas en Veracruz están cerrando, el empleo se está reduciendo y la pobreza, por consecuencia, se está incrementando.
 
Todo esto es signo innegable del fracaso de la política económica que ha implementado el gobierno estatal, que a tres años de camino, no encuentra el rumbo.
 
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