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Columnas y artículos de opinión
Las reformas-saqueo energético
Uriel Flores Aguayo
18 de julio de 2014
alcalorpolitico.com
Estamos a unos días de que en el Congreso Mexicano se discutan -es un decir- y aprueben las reformas más audaces y riesgosas que en materia energética se han abordado en nuestro país; la parte mayor, la más sustancial, le corresponde al Senado, mientras que a los Diputados, les toca la parte presupuestal del paquete reformista. El tamaño de este paso, otro modelo en general, su pleito con la historia y lo incierto de sus resultados nos indica que, desde que iniciaron con él, los patrocinadores de Peña Nieto, venían con este plan, que sus pasos han estado encaminados a este fin: inversión mediática, esto explica las facturas a Televisa, apoderamiento del PRI, mayoría electoral a cualquier costo, con alianzas expresas o tacitas con el PAN, mayoría legislativa y ...el Pacto por México, que supuso la cooptación y docilidad de la oposición.
 
La apertura energética llega tarde a nuestro país, se hace cuando el mundo viene de regreso y se hace mal. Se observa una determinación de sostener el modelo económico, monopólico y excluyente, a costa de la riqueza nacional, apostándole al ingreso de inversiones que traigan reactivación económica, esa que son incapaces de generar con sus políticas, amplíen las ganancias a los privados y sustenten un proyecto político de unos treinta años del grupo Atlacomulco y sus aliados. Es obvio que los gigantes energéticos transnacionales vienen trabajando con el grupo en el poder desde hace mucho tiempo, que invirtieron para que llegaran a los lugares donde se toman las decisiones y que están exigiendo cada vez más beneficios de esta apertura. Priorizando el negocio particular los reformadores dan ventajas increíbles a los futuros inversionistas, se embarcan en una aventura con resultados de pronóstico reservado y ponen en riesgo nuestro futuro. Tampoco se les puede exigir mucho si nos atenemos a su precaria formación y a su actitud ante la vida: glamour y bisnes.
 
Del paquete de leyes hay que insistir en algunos de sus aspectos más peligrosos, que son los que tienen que ver con concesiones, la modalidad de ex-propiciaciones y el debilitamiento de PEMEX y CFE. A pesar de que la constitución prohíbe las concesiones petroleras en las leyes se está intentando darle la vuelta a esa disposición con contratos ambiguos o tendenciosos; si eso pasa el resultado es la cesión de la soberanía sobre porciones del territorio nacional, con las consecuencias ya vistas antes de la expropiación petrolera en forma de devastación ecológica y explotación humana. A la expropiación le cambian de nombre, le ponen ocupación temporal, pero los efectos son los mismos: despojo de las tierras e intervención de particulares en un proceso que siempre estuvo reservado al Estado. Contra el sentido común y la experiencia internacional, el Gobierno va a debilitar a Pemex y casi a desaparecer a la CFE, poniéndolas a competir en desventaja con los tiburones energéticos internacionales; no hay que ser adivino para afirmar que estas empresas van en ruta de la extinción tal y como las hemos conocido.
 

Si tomamos en cuenta la corrupción institucionalizada, lo pedestre de la clase política, lo anti nacional de la élite económica y la fragilidad de la oposición es de terror el panorama para los Mexicanos; es seguro que ni sus más entusiastas promotores pueden saber las fuerzas y los resultados que se van a desatar con estas reformas; van a soltar demonios que los pueden devorar, lo malo del caso es que igual ocurriría con nosotros. En la apuesta gubernamental es de gran valor la elección federal intermedia, en tanto hay señales de mejora económica del país por inercia o por efecto de las reformas. Necesitan un Congreso a modo, que no haga olas, que no afecte el curso de su empoderamiento y no intente revertir nada de lo que han avanzado. 
 
En Veracruz habrá efectos varios de las reformas en cuestión; por un lado llegaran inversiones y tendremos que lidiar con los viejos problemas, en otras circunstancias, de contaminación, urbanismo salvaje y corrupción general; por otro, habrá mayor control político para acatar las órdenes del centro; en ese escenario son prescindibles grupúsculos como el PRD-rojo, al que ya no podrán ayudar con votos como le hicieron en las municipales recientes. No debieran festinar tanto los locales una reforma tan incierta, de mediano plazo y riesgosa.
 
Estamos a unos días de que se tomen decisiones de efectos profundos, que cuestionan paradigmas, que desafían a la historia y abren escenarios inimaginables y, tal vez, ingobernables; lo mejor es informarnos, registrar promesas, tomar nota de todo, vivirlo críticamente y prepararnos para encarar sus efectos desde otras condiciones sociales, políticas y democráticas.
 

Recadito: solo se pide que las autoridades hagan bien su labor, que justifiquen su existencia.