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Columnas y artículos de opinión
Economía y sociedad
Se desploma el empleo en Veracruz
Hilario Barcelata Chávez
2 de septiembre de 2014
alcalorpolitico.com
El empleo en Veracruz sufre una profunda y angustiante caída. En el período 2012-2014 se perdieron un total de -215,523 puestos de trabajo. Este es el peor resultado obtenido en materia laboral en muchos años y es producto del derrumbe económico que sufre el estado debido al cierre de empresas y al colapso productivo en todos los sectores.

 

Esta brutal caída de la población ocupada en Veracruz, lo coloca como el primer lugar en pérdida de puestos de trabajo, superando a todos los estados de una manera muy amplia y contrastando de modo muy notorio con estados como México donde la ocupación creció en 258 mil personas, Chihuahua en donde aumentó 88 mil, Sonora 55 mil e Hidalgo 54 mil.

 


Cabe hacer notar que el mayor número de empleos se perdió en el Sector Terciario (de Servicios) donde la reducción fue de 154,120 personas, en el Sector Secundario (Industrial) la caída fue de 43,803 y en el sector Primario fue de 19,818. En cuanto al tipo de ocupación perdida, se observa que los más afectados son los “trabajadores por cuenta propia” los cuales suman un total de 124 mil que perdieron su trabajo. Asimismo destaca la reducción de los “asalariados” en 50 mil personas mientras que los “Empleadores” disminuyeron en 23,414.

 

Este mismo comportamiento lo podemos observar al analizar el Empleo Formal, medido por el número de trabajadores afiliados al IMSS los cuales registraron un descenso del -2.2% durante los primeros siete meses de 2014, lo cual significa la pérdida de 16,130 empleos formales.

 


Este resultado contrasta con lo que sucedió en el resto de los estados en donde hubo un crecimiento del empleo, por lo que Veracruz ocupa el lugar 31º muy lejos de los resultados alcanzados por Baja California que creció un 6.2%, Guanajuato 6%, Hidalgo 5.7 y Quintana Roo 5.2%.

 

La pérdida del rumbo económico tiene consecuencias funestas para Veracruz. Lo que deja claro que sin una ruta definida, sin instrumentos de política económica eficientes y con un aparato gubernamental ausente del conocimiento de estrategias de desarrollo, el fracaso económico está asegurado.

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