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Columnas y artículos de opinión
Pleno derecho a la educación
Guillermo H. Zúñiga Martínez
6 de septiembre de 2014
alcalorpolitico.com
Es muy bello cuando los ciudadanos convierten sus ilusiones en realidad. Varias personas me han preguntado si la UPAV está presente en las zonas marginadas de Veracruz y mi contestación siempre es enfática: nuestro deseo es que los estudios superiores favorezcan a hombres y mujeres que por razones de carácter económico, a veces político y social, se encuentran viviendo y trabajando en las partes más recónditas del estado.
 
La Constitución General de la República señala con precisión los ideales que manifestaron los diputados Constituyentes desde 1814 y luego en 1824, acción que se tradujo en construir, y redactar de manera magistral las líneas de la Constitución General de la República. Recuerdo con gusto la obra que brota de la inspiración de Morelos cuando expresa los Sentimientos de la Nación; también evoco que ese trabajo lo presentó a Andrés Quintana Roo pidiéndole que le señalara los errores que encontrara en ese ideal que quiso se concretara en toda la república y éste, después de leerlo, le dijo a José María Morelos y Pavón: “Es un documento al que no hay que quitarle ni una sola coma, es algo extraordinario”. En consecuencia, no podemos negar que los mexicanos se han dedicado a cuidar los mandatos constitucionales para manifestar que sus derechos deben acrecentarse, vigorizarse y darles vigencia. Una de las manifestaciones más puras del pensamiento revolucionario es plasmado en el Art. 3º constitucional donde define a la educación como el derecho que tiene todo individuo a recibirla, y para ser eficaz transcribo otra parte vertebral de esta disposición histórica: Fracc. II, inciso b) “Será nacional, en cuanto –sin hostilidades ni exclusivismos- atenderá a la comprensión de nuestros problemas, el aprovechamiento de nuestros recursos, a la defensa de nuestra independencia política, al aseguramiento de nuestro independencia económica y a la continuidad y acrecentamiento de nuestra cultura…”
 
Aquí lo que realmente sucede en la vida cotidiana de México, no hay que negarlo, ha sido por ausencia de recursos económicos que este ideal pedagógico no se ha cumplido y encontramos cada año gran número de jóvenes que no son admitidos en los edificios escolares para que reciban la orientación y la sabiduría de los maestros en servicio, eso los obliga a estudiar en escuelas particulares o realizar labores que les satisfagan y permitan coadyuvar con sus familias, pero es indispensable encontrar fórmulas que posibiliten la conjugación de estas ideas para que estudien y trabajen, aprendan cuestiones de carácter técnico-científico, pero sin descuidar la escolaridad.
 

Debido a las razones anteriores nos hemos preocupado por hacer llegar las inquietudes intelectuales hacia el campo indígena y campesino de Veracruz a grado tal que, por primera vez en su historia educativa, una universidad está presente en congregaciones y rancherías, lo cual equivale a dar plena confianza a los estudiantes que se preparan personalmente y a veces bajo la orientación de asesores unitarios que desean servir de manera plena a sus semejantes, lo que ha motivado que la autoeducación, el autodidactismo y la autogestión intelectual sean efectivos, porque no es posible que el ser humano aprenda sólo cuando haya alguien que le enseñe, no, lo importante es que todo hombre o mujer ponga esfuerzo y voluntad para transformarse cada día y enriquecer su capacidad para demostrar el conocimiento y el conjunto de sabiduría que puede hacerlo fructificar por sí mismo.
 
Lo más difícil que se presenta en estos casos consiste en la sensibilidad que hay que emplear para evaluar y aplicar pruebas cuya solución permita valorar los avances de los alumnos. Es en esta tarea didáctica donde a veces los catedráticos no han dado lo más granado de sí mismos, en razón de que estamos frente a nuevas actividades de carácter educativo que conllevan a la formación y a la posesión de los elementos culturales.
 
Toda actividad que favorezca y beneficie a hombres y mujeres tradicionalmente marginados, precisa ser destacada y se debe reconocer ese esfuerzo porque es lo que necesita el país.
 

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