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Columnas y artículos de opinión
Apuntes
A nadie interesa el deporte
Manuel Rosete Chávez
11 de septiembre de 2014
alcalorpolitico.com
“En Veracruz modificamos el eslogan,
aquí es: Prospera político”

Yo
 
A NADIE INTERESA EL DEPORTE
 
El único gobernador de Veracruz que ha dado al deporte la importancia que merece como parte importante de la educación integral fue sin duda don Fernando López Arias, estadista que gobernó la entidad con una visión muy clara de lo que tenía que hacer para conducir la nave hacia el desarrollo.

 
Tiempos aquellos de gloria de los maestros Eulalio Ríos y Raquel Saucedo, quienes se encargaban de organizar torneos interescolares de distintas disciplinas deportivas para que los niños, desde las escuelas primarias, complementaran su formación con el desarrollo sicomotor. Luego venían las competencias entre escuelas, las regionales y las estatales, donde los niños protagonizaban pasajes heroicos como deportistas y se convertían en orgullo de sus centros escolares.
 
Tiempos aquellos también cuando en los primeros años de la enseñanza primaria se sometía a los pequeños a competencias de pista en el estadio xalapeño para formar grupos de pequeños con facultades para el deporte, que eran capacitados para estar presentes en competencias estatales y de ahí surgía la selección de Veracruz que acudía a los nacionales.
 
Pocos deben ser los que recuerden las glorias deportivas de la llamada y temida “ola verde” que arrasaba en las competencias nacionales con el medallero. Veracruz era una auténtica potencia deportiva.

 
Don Fernando López Arias fue quien mandó a construir en Xalapa los gimnasios deportivos, remodeló el estadio xalapeño y construyó canchas en todas las escuelas del estado. En ese gobierno, el deporte fue considerado con la seriedad que merece y gracias a ello muchas generaciones de jóvenes crecieron sanos, dedicaron su tiempo libre a la práctica de alguna disciplina deportiva, abrevaron valores como el respeto a sus semejantes, aprendieron a salir adelante en la vida en equipo y formaron parte de una generación de ciudadanos ejemplares.
 
Pensamos que solo López Arias como gobernador supo dar la importancia que el deporte merece para promoverlo entre los niños y los adolescentes como parte importante en el desarrollo de un estado; de ahí en adelante se comenzó a relegar a segundo y tercer sitio hasta nuestros tiempos en que su conducción oficial a través del Instituto Veracruzano del Deporte está en manos de un ex porro universitario, cuya vida ha sido un desorden, que no puede dominar su afición a la beberecua y que de deporte solo domina las disciplinas de levantamiento de tarro, barra fija y competencias de micción para ver quién llega más lejos ó quién llena más pronto un bote.
 
Pero, obviamente, don Fernando López Arias, antes de ser candidato del PRI a la gubernatura del estado, recorrió una larga lista de cargos públicos y era considerado como un destacado jurisconsulto, méritos por los cuales el Presidente de la República, Adolfo López Mateos, lo nombró como Procurador General de la República, y poco después fue nombrado Magistrado y Presidente dela Suprema Corte de Justicia de la Nación.

 
Renunció al cargo de Procurador General de la República para aceptar su candidatura a la Gubernatura del Estado de Veracruz, puesto que asumió el 1° de diciembre de 1962 para el periodo 1962-1968.
 
Lo más grotesco del asunto deportivo oficial se produjo cuando, al arrancar su administración como gobernador del estado, Miguel Alemán Velasco nombra al gordo (ingeniero de profesión y ganadero de vocación) Carlos Sosa Lagunes, como director del Instituto Veracruzano del Deporte. Eso fue una auténtica afrenta para todos los maestros de educación física del estado, para la Universidad Veracruzana que tiene una facultad de Educación Física donde se preparan los cuadros de maestros que van a hacerse cargo de impulsar el deporte en general, y para todos los veracruzanos.
 
¿El pinche gordo Sosa director del deporte?, se preguntaban los jarochos. No puede ser que esa botarga que no ha jugado nada, pero nada, sea el titular, pero ni modo.

 
Carlos Sosa tuvo tanta influencia en el gobernador en turno que no solo agarró un cargo en cuya materia era un neófito, no, propuso llevarse al puerto de Veracruz la sede del IVD y allá se construyó unas lujosas oficinas de ¡cuarenta millones de pesos! (de aquellos dirían los clásicos) y se fue loco de contento con su cargamento.
 
¿Qué hizo Carlos Sosa en ese sexenio en su calidad de responsable del deporte?, pues nada, invirtió todo el recurso del IVD en preparar a sus dos hijos como beisbolistas, el deporte que siempre le ha gustado aunque nunca lo ha jugado, logrando que uno de sus dos vástagos llegara a la receptoría del equipo de beisbol profesional Rojos del Águila. Formar un cátcher de triple A le costó al estado millones de pesos, el presupuesto del Instituto Veracruzano del Deporte ¡de todo un sexenio!
 
Al bat, Fallo Cuenca  

 
Terminó la era alemanista y llegó Fidel Herrera Beltrán con su flota, cargado de compromisos. El gordo Sosa hizo hasta lo imposible por seguir al frente del negocio pero en un cubilete lo perdió. A la mitad del sexenio, El Tío Fide le dejó la responsabilidad del IVD a un panista importante, al músico Roberto Bueno Campos, director del exitoso grupo Los Flamers y exalcalde del puerto de Veracruz. De deporte tampoco sabía nada pero como amenazaba con seguir en la política con las siglas del PAN mejor se lo jalaron y ahí se quedó con el presupuesto del IVD unos añitos.
 
Luego llegó el brother de juventud de Fidel Herrera, Rafael Cuenca Reyes conocido en el mundo etílico como “Fallo Cuenca”, a quien muy difícilmente se le encuentra sobrio o chambeando y quien fuera crupier de Felipe El Indio Lagunes, bueno para el juego de las cartas o la tallada, pero de deporte también ¡cero!
 
A la fecha, los niños, adolescentes, jóvenes y veracruzanos en general esperan que esta rama de la función pública y parte importante de la educación las autoridades le den la importancia que merece.

 
La responsabilidad debe regresarse a quien sepa de esto, a un maestro de educación física, no a amigos de los gobernantes que únicamente medran.
 
Y en el colmo del cinismo, Fallo Cuenca acaba de declarar a los medios que el Instituto Veracruzano del Deporte (IVD) carece de una Contraloría interna, porque la Contraloría General del Estado hizo a un lado su obligación de ponerla en marcha, o sea, se han ido por la libre. Rafael Cuenca reconoce que en estos tres años de gobierno estatal y de su administración no han tenido un contralor interno porque la Contraloría General del estado no lo hizo.
 
“Estamos pugnando para que el próximo año, el Congreso haga un ajuste por todo lo que se va a generar ahora, de todo el legado que deja el gobernador, instalaciones que tenemos que dar mantenimiento con personal, eso nos va a requerir un mayor presupuesto, yo no puedo decir qué cantidad, pero si queremos un incremento, lo que sea es bueno coño loco”, dijo Cuenca Reyes, nuestro ejemplo deportivo a seguir.

 
REFLEXIÓN
 
Lo consigna ayer en su columna Bajo Reserva el influyente diario El Universal: “UNA VISITA para buscar apoyo tuvo lugar ayer en San Lázaro. El político veracruzano y ex director del ISSSTE, Miguel Ángel Yunes, acudió a la Cámara de Diputados para entrevistarse con varios de sus correligionarios con el objetivo de medir los ánimos, pues quiere ser de nueva cuenta candidato a la gubernatura. Yunes llegó desde muy temprano a la sede legislativa y platicó con varios legisladores a quienes les expresó su intención de ser el primer “panista” que gobierne Veracruz. ¿Se le hará?”.
 
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