9 de octubre de 2014
alcalorpolitico.com
Debido quizá a los polémicos antecedentes políticos y administrativos de los nuevos funcionarios estatales es que en estos últimos cinco días se han venido realizando de manera sigilosa algunos cambios y nombramientos en las secretarías de Salud (SS) y de Desarrollo Agropecuario (Sedarpa).
Uno de estos casos es el de Miguel Martín López, ex diputado federal por Tuxpan y ex militante del PAN, quien muy discretamente acaba de tomar posesión como subsecretario de Ganadería y Pesca, en sustitución del priista Genaro Mejía de la Merced. Su designación seguramente va a generar ruido, pues en la sucesión presidencial de 2012 fue implicado en un escándalo mediático por el avión privado que el empresario tuxpeño Francisco Colorado Cessa, actualmente preso en Texas por “lavado” de dinero del cártel de Los Zetas, le prestó a Josefina Vázquez Mota cuando la ex candidata del PAN coordinaba entonces al grupo legislativo del blanquiazul en la Cámara de Diputados.
Sin embargo, el nombramiento que más comentarios negativos ha generado hasta el momento es el de Ricardo Sandoval Aguilar como director de Administración de la Secretaría de Salud, cargo que ya había ocupado hasta mediados de 2013, pues Juan Antonio Nemi Dib lo removió unos meses después de haber sustituido al doctor Pablo Anaya Rivera en la titularidad de esa dependencia.
En aquella ocasión, Sandoval Aguilar salió muy cuestionado del Sector Salud, junto con su asesor Jesús Villegas y Enrique Rodríguez Piñero, subdirector de Recursos Financieros, imputándoseles haber dejado, entre otros boquetes, un adeudo a proveedores por 204 millones 047 mil 469 pesos con 66 centavos.
A dicho trío se le atribuía la organización de fiestas privadas en las que presuntamente regalaban automóviles a sus acompañantes, así como la realización de viajes frecuentes al extranjero, la compra de mansiones y terrenos en Xalapa y el estado, y el amasamiento de fortunas inexplicables, para lo cual se habrían valido de supuestos prestanombres.
Paradójicamente, el retorno ahora de Sandoval a la Secretaría de Salud coincide con la salida de Nemi Dib, quien en 2013 habría pedido su remoción luego de que en la revisión de la Cuenta Pública 2011, la Auditoría Superior de la Federación reportó y sancionó errores no sólo en la transferencia de los 3 mil 674 millones 754 mil pesos que la Secretaría de Hacienda depositó al gobierno del estado en el Fondo de Aportaciones para los Servicios de Salud (FASSA) sino también un subejercicio de 430 millones de pesos.
De hecho, la reincorporación de Sandoval estaba planeada desde hace un par de meses. El lunes 4 de agosto iba a reemplazar a Pedro Manuel Solís García, pero Toño Nemi se opuso y amagó entonces con renunciar él también. Debido a la gira por Coatepec que el presidente Enrique Peña Nieto realizaría al día siguiente, el gobernador Javier Duarte rechazó la dimisión de su ex secretario particular y acordó con él la permanencia de Solís.
Sin embargo, al mes siguiente surgieron y se fueron multiplicando las manifestaciones de los afiliados a la Sección 26 del Sindicato Nacional de Trabajadores de Salud que lidera en la entidad Ángela Soto Maldonado, cuyo hermano Martín Soto –según denunció públicamente Nemi Dib el mismo día de su renuncia– habría recibido desde el sexenio pasado varias concesiones de taxi y contratos multimillonarios de obra pública para diversas empresas constructoras que presuntamente regentea.
Los gestores del lucrativo tráfico de influencias del hermano de la lideresa sindical habrían sido Sandoval y sus compinches, cuyos tentáculos de poder llegan hasta la oficina privada del gobernador. De hecho, Sandoval se ganó la confianza del mandatario desde que dependía de él como subdirector de Gestión para la Desincorporación de Activos en la Subsecretaría de Finanzas y Administración. Y en 2009, cuando Duarte es postulado por el PRI a la diputación federal por el distrito de Córdoba, Sandoval tuvo un papel estratégico en las finanzas de su campaña.
En la Sefiplan, Sandoval se vinculó también al grupo Catemaco, del extinto ex alcalde y ex funcionario del Sector Salud, Eliuth Cervantes Ramírez, y de Vicente Benítez González, ex Tesorero del gobierno del estado y actual Oficial Mayor de la Secretaría de Educación de Veracruz, el cual es amigo íntimo de los esposos Yessuny Roa Purata y Enrique Rodríguez Piñero, ex subdirector de Recursos Financieros de la SS, los cuales, con el bautizo de su hijita en diciembre de 2011, afianzaron un sólido compadrazgo con Juan Manuel del Castillo González y Beatriz Eugenia del Toro Sánchez, secretario particular y secretaria privada, respectivamente, del gobernador Duarte de Ochoa.
Nemi, al parecer, no calculó bien el peso político de las complicidades y las redes de poder que protegen a Sandoval. Y ahora, la Contraloría General del Estado estaría por asestarle tremendo guadañazo a su ex director administrativo Solís García, lo cual desacreditaría al ex secretario de Salud y deslegitimaría las denuncias públicas que hizo a su salida.
Uno de estos casos es el de Miguel Martín López, ex diputado federal por Tuxpan y ex militante del PAN, quien muy discretamente acaba de tomar posesión como subsecretario de Ganadería y Pesca, en sustitución del priista Genaro Mejía de la Merced. Su designación seguramente va a generar ruido, pues en la sucesión presidencial de 2012 fue implicado en un escándalo mediático por el avión privado que el empresario tuxpeño Francisco Colorado Cessa, actualmente preso en Texas por “lavado” de dinero del cártel de Los Zetas, le prestó a Josefina Vázquez Mota cuando la ex candidata del PAN coordinaba entonces al grupo legislativo del blanquiazul en la Cámara de Diputados.
Sin embargo, el nombramiento que más comentarios negativos ha generado hasta el momento es el de Ricardo Sandoval Aguilar como director de Administración de la Secretaría de Salud, cargo que ya había ocupado hasta mediados de 2013, pues Juan Antonio Nemi Dib lo removió unos meses después de haber sustituido al doctor Pablo Anaya Rivera en la titularidad de esa dependencia.
En aquella ocasión, Sandoval Aguilar salió muy cuestionado del Sector Salud, junto con su asesor Jesús Villegas y Enrique Rodríguez Piñero, subdirector de Recursos Financieros, imputándoseles haber dejado, entre otros boquetes, un adeudo a proveedores por 204 millones 047 mil 469 pesos con 66 centavos.
A dicho trío se le atribuía la organización de fiestas privadas en las que presuntamente regalaban automóviles a sus acompañantes, así como la realización de viajes frecuentes al extranjero, la compra de mansiones y terrenos en Xalapa y el estado, y el amasamiento de fortunas inexplicables, para lo cual se habrían valido de supuestos prestanombres.
Paradójicamente, el retorno ahora de Sandoval a la Secretaría de Salud coincide con la salida de Nemi Dib, quien en 2013 habría pedido su remoción luego de que en la revisión de la Cuenta Pública 2011, la Auditoría Superior de la Federación reportó y sancionó errores no sólo en la transferencia de los 3 mil 674 millones 754 mil pesos que la Secretaría de Hacienda depositó al gobierno del estado en el Fondo de Aportaciones para los Servicios de Salud (FASSA) sino también un subejercicio de 430 millones de pesos.
De hecho, la reincorporación de Sandoval estaba planeada desde hace un par de meses. El lunes 4 de agosto iba a reemplazar a Pedro Manuel Solís García, pero Toño Nemi se opuso y amagó entonces con renunciar él también. Debido a la gira por Coatepec que el presidente Enrique Peña Nieto realizaría al día siguiente, el gobernador Javier Duarte rechazó la dimisión de su ex secretario particular y acordó con él la permanencia de Solís.
Sin embargo, al mes siguiente surgieron y se fueron multiplicando las manifestaciones de los afiliados a la Sección 26 del Sindicato Nacional de Trabajadores de Salud que lidera en la entidad Ángela Soto Maldonado, cuyo hermano Martín Soto –según denunció públicamente Nemi Dib el mismo día de su renuncia– habría recibido desde el sexenio pasado varias concesiones de taxi y contratos multimillonarios de obra pública para diversas empresas constructoras que presuntamente regentea.
Los gestores del lucrativo tráfico de influencias del hermano de la lideresa sindical habrían sido Sandoval y sus compinches, cuyos tentáculos de poder llegan hasta la oficina privada del gobernador. De hecho, Sandoval se ganó la confianza del mandatario desde que dependía de él como subdirector de Gestión para la Desincorporación de Activos en la Subsecretaría de Finanzas y Administración. Y en 2009, cuando Duarte es postulado por el PRI a la diputación federal por el distrito de Córdoba, Sandoval tuvo un papel estratégico en las finanzas de su campaña.
En la Sefiplan, Sandoval se vinculó también al grupo Catemaco, del extinto ex alcalde y ex funcionario del Sector Salud, Eliuth Cervantes Ramírez, y de Vicente Benítez González, ex Tesorero del gobierno del estado y actual Oficial Mayor de la Secretaría de Educación de Veracruz, el cual es amigo íntimo de los esposos Yessuny Roa Purata y Enrique Rodríguez Piñero, ex subdirector de Recursos Financieros de la SS, los cuales, con el bautizo de su hijita en diciembre de 2011, afianzaron un sólido compadrazgo con Juan Manuel del Castillo González y Beatriz Eugenia del Toro Sánchez, secretario particular y secretaria privada, respectivamente, del gobernador Duarte de Ochoa.
Nemi, al parecer, no calculó bien el peso político de las complicidades y las redes de poder que protegen a Sandoval. Y ahora, la Contraloría General del Estado estaría por asestarle tremendo guadañazo a su ex director administrativo Solís García, lo cual desacreditaría al ex secretario de Salud y deslegitimaría las denuncias públicas que hizo a su salida.