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Columnas y artículos de opinión
Otra vez el TRIFE
Helí Herrera Hernández
4 de mayo de 2015
alcalorpolitico.com
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twitter: HELÍHERRERA.es
 
Una vez más otra decisión del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación golpea con una resolución a un partido del campo democrático, progresista y revolucionario. En esta ocasión a Movimiento Ciudadano, al desconocer la candidatura de Marcelo Ebrard Casaubón como candidato a diputado plurinominal.
 
Los argumentos que sus magistrados vierten en su sentencia, al final de cuentas son lo de menos; el fondo es desarmar al exgobernador de la ciudad de México quien desde la cámara baja del Congreso de la Unión iba a trabajar con empeño para posicionarse como uno de los precandidatos de ese instituto político a la Presidencia de la República, para el proceso electoral federal del 2018.

 
No me cabe la menor duda, conociendo lo podrido que esta el Estado Mexicano, que el gobierno de Enrique Peña Nieto haya dado la instrucción para bajar de su inminente ingreso a la cámara de diputados al exjefe de gobierno del Distrito Federal, y de esa forma eliminar un foro con inmensos reflectores para proyectar la figura de Marcelo Ebrard nacional e internacionalmente, pudiendo llegar en 2018 como uno de los políticos mejor vistos de la izquierda, junto con Andrés Manuel López Obrador.
 
Esta actuación de los magistrados del TRIFE no es nueva, en tratándose de partidos políticos distintos al del presidente de la república en turno. Antes tuvimos aquella decisión, cuando gobernaba Vicente Fox, donde los magistrados reconocieron que éste había violado la Constitución Federal para beneficiar al candidato de su partido Felipe Calderón Hinojosa, pero que no podían anular la elección presidencial porque “nomás lo hizo tantito”, dejando en un estado de indefensión a los partidos políticos PRD, PT y Convergencia por la Democracia, así como a su candidato.
 
Ahora, de manera más reciente, tanto los consejeros del Instituto Nacional Electoral como los magistrados del Tribunal Federal Electoral no han procedido a sancionar, como lo marca la norma electoral-constitucional al Partido Verde, quien una y otra vez se han pitorreado de la norma escrita violándola, a todas luces, a sabiendas que sólo les imponen multas que con el apoyo de las televisoras (a quienes defienden tanto en la cámara de diputados como la de senadores), pagan sin ningún apuro, cuando en esencia debieron, desde hace mucho retirarle el registro como partido político nacional.

 
Allí se ve como a unos partidos políticos, los que se opusieron al Pacto por México y las políticas públicas que de él surgieron, los apedrean con resolutivos que lesionan su vida interna, mientras que aquellos que han intervenido en sus nombramientos los premian con impunidad y corrupción.
 
Lo de Marcelo Ebrard es una canallada. No tiene caso entrar en detalle poque el espacio que nos ocuparía rebasaría las cuartillas que los medios escritos, electrónicos y radiales me brindan, pero es una muestra más de lo oficioso que es el poder público cuando se decide actuar en contra de alguien (no debemos olvidar el juicio de desafuero de López Obrador para descarrilarlo en su camino a la Presidencia de la República), como también cuando se trata de protegerlos y rodearlos de impunidad.
 
Estas decisiones son las que molestan a la sociedad, las que provocan incredulidad entra la población votante construyendo una cultura de "NO votar porque todos los partidos políticos son iguales de corruptos", y si a ese escenario le suma la lluvia de spots en radio y televisión donde el PRI y el PAN tratan de hacerle ver a la sociedad que un partido de esos es más corrupto que el otro, porque dan moches, porque sus líderes traen relojes que valen millones de pesos, porque se hacen presas para sus ranchos dejando sin agua a sus paisanos, o porque demagógicamente hablan de aumentar salarios, generar seguridad y bienestar, pero que cuando fueron gobierno nunca lo hicieron, terminan por generar abstencionismo que, desgraciadamente benefician a los dos partidos mayoritarios en México.

 
Esta acción concertada desde los Pinos para con un hombre que ha decidido luchar por construir un México con oportunidades para todos, por combatir las élites y los malos gobiernos, muestra el rostro real de fascismo del gobierno federal, que a toda costa y sin importar el costo mandan el aviso de descarrilar a cualquier mexicano o mexicana que se apreste a darles la batalla, encarcelándolos o a través de fallos electorales de los órganos y hombres que están a su servicio, porque para eso los impusieron en negociaciones truculentas entre PRI, PAN y PRD.
 
No será fácil derrotar a este gobierno y sus patrocinadores, los que manejan los hilos y gobiernan desde sus opulentos despachos en las televisoras o grandes oligopolios trasnacionales. Por eso es importante no claudicar, no doblar los brazos y seguir combatiéndolos desde cualquier trinchera, llamando a todos los mexicanos a votar en contra de ellos este 7 de junio.
 
¡Ni un paso atrás en esta lucha que tiene como objetivo construir un México más justo, más democrático y más humano!