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Columnas y artículos de opinión
Fracaso el primer examen
Helí Herrera Hernández
22 de junio de 2015
alcalorpolitico.com
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twitter: HELÍHERRERA.es
 
A escasas 24 horas de haber aplicado la Secretaría de Educación Pública el examen a maestros para ser promovidos a puestos de dirección, supervisión o de asesoría en la mayoría de las entidades federativas, los resultados son catastróficos para el gobierno de Enrique Peña Nieto, no sólo por la convocatoria, sino por lo que los expertos dijeron de ellos al conocerlos.
 
Académicos de la Universidad Nacional Autónoma de México señalaron un sinnúmero de equívocos que van desde errores de redacción y dedo en los planteamientos, preguntas repetidas, métodos de memoria en lugar de reflexión y análisis, tesis confucionistas para el maestro, fracaso en la transmisión porque a cada rato se bloqueaba el examen y, lo peor, totalmente antipedagógico.

 
El examen vino ser el reflejo de los que lo hicieron: un gobierno corrupto, traficante de influencias, cuyos integrantes no leen, no comulgaron con la escuela, con la academia, que llegaron a los cargos que detentan por la vía del cochupo, de la compra de votos. Qué más se podía esperar de éste y los exámenes que siguen si nuestro Presidente de la República no leyó un solo libro, si no conoce las entidades federativas que tiene el país y confunde a León y Lagos con estados, que no se sabe qué estudios tiene, ni las calificaciones que en ellos haya tenido, si el Secretario de Educación está acusado por grupos civiles de proteger a los asesinos de indígenas en Acteal, Chiapas, y si los diputados y senadores que aprobaron la reforma educativa se andan durmiendo cuando asisten a sesiones.
 
Este grupito fue el que elaboró el examen de este fin de semana, partiendo de otro infundio: -tratar a todos los maestros por igual y evaluarlos bajo ese criterio es un verdadero acto de ignorancia-, porque viola el derecho educativo dado que no puede aplicarse una evaluación homogénea cuando la diversidad étnica de México es plural.
 
Pero qué se puede esperar de estos funcionarios impulsores de una antidemocrática reforma educativa, que muestran ignorancia supina cuando desconocen que un niño o niña que sale de su casa sin alimento para la escuela no aprende y, en este país, gracias a ellos, diez millones de esta población infantil vive en condiciones de pobreza alimentaria, tal y como lo precisa un estudio de la UNICEF.

 
Entonces el problema allí no es el maestro, sino el gobierno que ha empobrecido a la población y es el directamente responsable de que estos millones y millones de niños lleguen a las primarias sólo a dormir, a vegetar, a no estar atentos a sus clases porque sólo están pensando en comida, en esa comida que por las políticas públicas del gobierno aplicador de la reforma educativa no llega a sus hogares lo elemental para sobrevivir.
 
Culpan a los maestros del fracaso educativo en México cuando son ellos los directamente responsables, y tan lo son, que no fueron capaces de elaborar un examen de diagnóstico sino confucionista, represivo, queriendo demostrar a toda costa que son ellos los capaces y el sector magisterial los tontos, cuando la nación piensa al revés.
 
Que no nos mientan y busquen confundirnos, porque el examen de este fin de semana fue un engaño dado que el fondo de la Reforma Educativa lo que busca es el control político y laboral de los maestros. El realineamiento y la continuidad del Sindicato Nacional de los Trabajadores de la Educación para liquidar a la Coordinadora que representa el sector democrático del magisterio; porque solo así éstos maestros y maestras seguirán siendo militantes y operadores políticos del Partido Revolucionario Institucional y/o, de sus partidos peleles PANAL, verdes y ahora los de Encuentro Social (el partido del secretario de gobernación Miguel Osorio Chong).

 
Lo que busca realmente la reforma educativa y sus remedos de examen es hacer a un lado a los actuales maestros que por décadas llevan años aplicando una educación laica, progresista, revolucionaria desde el aula, trátese de primarias, secundarias o de las escuelas de educación media superior porque son allí donde los alumnos reflexionan, razonan y discuten con el catedrático y llegan a la conclusión del país que tienen, identificando también allí a los responsables de la catástrofe que vivimos.
 
El producto de estos maestros a los que quieren correr el actual gobierno utilizando un remedo de reforma educativa son los cientos de miles de jóvenes que al cumplir los 18 años ya no votan por el PRI, por el verde, por Acción Nacional, por el PANAL o por el PRD que se unió a los lobos en esta reforma laboral. Diría Felipe Calderón y la burguesía mediática que son un peligro para México.
 
El mito de la reforma educativa peña-nietista se estrelló el sábado y el domingo. Ni siquiera el internet les funcionó como una valoración de lo que hace este gobierno. Sus objetivos de querer cambiar por completo el perfil cognitivo e ideológico del magisterio nacional que ha sido pilar para crear conciencias nacionalistas fracasó, a pesar de todo el empeño, apoyo e impulso que le dieron la radio y televisión, que se ha cansado de mostrar en sus pantallas a los maestros que defienden la educación que surgió del proceso revolucionario, del nuevo Estado Mexicano, como flojos y desestabilizadores.

 
Quizás ahora entendamos porque nos faltan 43 maestros. A mí, no se me olvida.