Con abucheos, sorpresas y aplausos, transcurrió la sesión del Congreso, este jueves

La novena sesión de la LXIII Legislatura, que se preveía tensa por la discusión de la sala anticorrupción y del fiscal de la materia, transcurrió sin irrupciones violentas ni demasiados sobresaltos. Aunque no faltaron las sorpresas ni los aplausos y abucheos para priístas y los nuevos aliados, panistas-perredistas.

Desde temprano se ocupó el recinto de sesiones con personas de aspecto policial o militar que no sólo ocuparon las butacas, sino los pasillos y hasta la sección reservada para la prensa.

Cada quien llevó a su porra y se acomodó estratégicamente. Cada vez que un diputado priísta solicitaba la palabra y se expresaba, la sección de la derecha, justo frente a las curules de los diputados, aplaudía y vitoreaba; cada vez que hablaba un panista, perredista o integrante de la oposición, la sección de la izquierda hacía lo propio.



La primera sorpresa se dio al inicio de la sesión, cuando la diputada Marcela Aguilera Landeta, presidenta de la Comisión de Procuración de Justicia, solicitó se retirara del orden del día la propuesta para nombrar a Francisco Portilla Bonilla como fiscal anticorrupción.

Los diputados integrantes de dicha comisión incluso ofrecieron una rueda de prensa temprano para defender y justificar el nombramiento, pero al final pudo más la presión externa, al parecer, y fue retirado el punto.

Entre la prensa, el comentario fue unánime: salieron a hacer el ridículo y solamente quedaron mal. El diputado Tonatiuh Pola, cuando se sintió acorralado por las preguntas incómodas, prefirió dar por concluida la rueda de prensa y afirmó que se trataba de un debate estéril.



La segunda sorpresa fue la inclusión de dos iniciativas del Gobernador, que ni siquiera estaban en el listado de la correspondencia: la reforma a la Ley Número 364 del Servicio Civil de Veracruz y de la Ley Número 584 del Servicio Público de Carrera en la Administración Pública centralizada del Estado, que no es otra cosa que la basificación masiva de burócratas.

Y otra para crear dos fideicomisos a partir de la afectación al impuesto del 2 por ciento a la nómina, con la finalidad de pagar la enorme deuda del Gobierno estatal con proveedores y contratistas.

Finalmente se llegó a lo programado y los priístas se sacaron de la manga la modificación del proyecto para reformar la Ley Orgánica del Poder Judicial para conformar la sala especializada en materia de anticorrupción, aun cuando la primera versión ya estaba publicada en la Gaceta Legislativa.



Este punto, que era el primero del orden del día, desató la discusión entre priístas y panistas, los primeros para defender todas las modificaciones presentadas, y los segundos para acusar que se violaba la soberanía del Poder Judicial y se invadían competencias de otros poderes.

“Lo que estamos haciendo aquí es el trabajo de un sastre, para hacer un traje a la medida de la corrupción”, señaló el panista Julen Rementería del Puerto, al tiempo que calificó de esta medida de inconstitucional y de aberración jurídica.

La diputada panista Ana Cristina Ledezma López desató la rechifla cuando exigió a los priístas hacerle caso a su presidenta nacional y votar con ética. “Háganle caso a su presidenta, ustedes están acostumbrados a cumplir caprichos pero también a seguir órdenes, háganle caso a ella que les dijo que voten con ética y eviten que se queden magistrados que sólo van a proteger al Gobernador”.



En varias ocasiones la presidenta de la mesa directiva, Octavia Ortega Arteaga, tuvo que solicitar a los ciudadanos asistentes que se ciñeran al reglamento de sesiones, guardando la compostura.

En esta discusión los disputados aprovecharon para discutir otros puntos, como el del nombramiento del Fiscal Anticorrupción, aunque ese punto ni siquiera estaba ya en discusión por haber sido sacado del orden del día.

En este tema insistió Marco Antonio del Ángel Arroyo, hijo del dirigente de los 400 Pueblos que mantenían sitiado el Palacio Legislativo, diciendo que los integrantes de la agrupación le pidieron que quien fuera nombrado en este cargo, no deberá tener vínculo con el Gobernador saliente, pero tampoco deberá ser vasallo del entrante; y recordó que él había propuesto a Ignacio Morales Lechuga, perseguido por Miguel Ángel Yunes Linares.



En medio de la discusión, personas que permanecían sentadas sacaron pancartas y cartulinas para manifestar su inconformidad con la aprobación de la sala anticorrupción de la forma en que está planteada. La protesta fue pacífica.

A pesar de los dimes y diretes, la maquinaria priísta avasalló y se aprobaron los puntos señalados en el orden del día.