El empresario cordobés, Mauricio Delfín Domínguez, responsabilizó al consejero del IVAI, Luis Ángel Bravo Contreras y José Abella, por cualquier atentado que pudiera sufrir él o su familia, tras denunciar públicamente haber recibido amenazas vía telefónica por parte de estas personas.
En reunión con los medios de comunicación, el exSíndico único dio a conocer un comunicado de prensa en el que adelantó no habría posibilidad de cuestionamientos al respecto, con la única finalidadde dar a conocer la situación por la que atraviesa su familia.
Delfín Domínguez arribó al restaurante El Tabachín desde temprana hora, mostrando aún el derrame en el ojo derecho resultado del enfrentamiento a golpes que sostuvo con José Abella el pasado 31 de enero, donde denunció que fue el pasado 25 de enero alrededor de las 3:30 de la tarde, cuando un miembro de su familia recibió una llamada telefónica de advertencia de parte del licenciado Luis Ángel Bravo Contreras, abogado de José y Paulina Abella García.
En el comunicado dijo "en la llamada le advierte a un familiar que se haga a un lado de un caso jurídico y que no me meta yo porque va a haber consecuencias. Advertencia que subestimé porque no tengo ninguna demanda ni a favor ni en contra de nadie; sin embargo, sin razón alguna, el lunes 28 de enero del presente año se publica la primera nota en el diario “El buen tono”, propiedad de José y Paulina Abella García, atacando e insultando gravemente a miembros de mi familia y a mi persona".
Dijo que le consta el poder que tiene el licenciado Luis Ángel Bravo Contreras para: "tergiversar la ley; así como la influencia que tiene a su favor en la procuración de Justicia del Estado de Veracruz, poder que ha aumentado desmedidamente ahora que ostenta un cargo público" y que ahora afecta a dos familias más.
El empresario evitó dar a conocer si tomará acciones legales al respecto, ni abundó sobre el tipo de amenazas en su contra, aunque agradeció el respaldo del alcalde Francisco Portilla Bonilla y las familias que le han manifestado su respaldo, para posteriormente retirarse del lugar.