El precio de alimentos creció a tasas por arriba de 28%; el ingreso, 0.6%: CEFP

El precio de los alimentos creció a tasas por arriba de 28 por ciento, mientras que el ingreso laboral lo hizo en sólo 0.6 por ciento, por lo que la mayoría de las personas que adquieren el salario mínimo, no pueden acceder a diversos productos de la canasta básica.

En un estudio que publicó el Centro de Estudios de las Finanzas Públicas (CEFP) de la Cámara de Diputados, en su “Análisis Mensual de Productos Básicos. Diciembre 2012”, se puede leer que el ingreso laboral promedio por persona era de mil 444.4 pesos al mes, hace cuatro año, y al día de hoy subió a mil 452.4 pesos mensuales

En octubre de 2008 la canasta básica alimentaria por persona en el ámbito rural costaba 626.8 pesos al mes, mientras que en zonas urbanas era de 890.6 pesos, pero en octubre de 2012, en zonas rurales ya costaba 820.3 pesos al mes y en las urbanas, mil 147.9 pesos.

A lo largo de cuatro años el precio de la canasta de alimentos se incrementó en 30.9 por ciento en el ámbito rural y 28.9 por ciento en el resto del país.

El CEFP precisó que el efecto del nulo crecimiento del ingreso laboral es que la proporción de personas que no pudieron adquirir la canasta básica de alimentos creció 17.4 por ciento en los últimos cuatro años.

“Si consideramos que las personas también tienen que gastar en transporte público, utensilios de limpieza, educación, recreación, vestimenta, cuidados de salud, entre otros, la proporción de personas que podrían estar en riesgo de pobreza podría ser considerablemente mayor”.

Pero, también, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE), en el tercer trimestre de 2012, 25.0 por ciento de los trabajadores ganaron entre cero y un salario mínimo, y 25.7 por ciento entre uno y dos salarios mínimos.

Es decir, abundó, más de la mitad de los trabajadores tienen ingresos económicos insuficientes o apenas por encima de las líneas de bienestar.

En el documento el CEFP destacó que para contrarrestar el crecimiento en los precios de los alimentos, los ingresos laborales tendrían que crecer a un mayor ritmo que la canasta básica.