Ir a Menú

Ir a Contenido

Sección: V?a Correo Electr?nico

El presidente de México no tiene amigos: EPN

Gabinetes en la era del PRI

Gabinetes en los tiempos del PAN

Cirilo J. Rinc?n Aguilar 02/10/2012

alcalorpolitico.com

Primera parte

Hasta antes de ganara la presidencia de la república Vicente Fox Quezada en las elecciones federales del año 2000, los hombres del presidente desde Miguel de la Madrid hasta Ernesto Zedillo para no rascarle tanto a la historia acerca de los hombres que han tenido la responsabilidad gobernar al país, siempre, absolutamente siempre han sido amigos, aliados, recomendados y no pocas veces invitados en altos cargos de la administración publica en pago de favores recibidos en campaña por importantes e influyentes grupos empresariales , sociales o distinguidos miembros de las estructuras partidarias, pero todos dejaron de serlo desde el momento de la exaltación al cargo el 1 de diciembre del año correspondiente.

Efectivamente, un hombre de estado no puede o no debe tener amigos en su gobierno aunque hayan sido ex servidores en otros cargos, cercanos e influyentes colaboradores antes y durante la campaña política. Un presidente tiene colaboradores que en los hachos actúan como asesores expertos en el tema para el cual fueron llamados por méritos académicos, experiencia profesional y sobre todo, hombres de talento, preparados en universidades publicas, privadas y algunos con posgrados en prestigiadas universidades de Estados Unidos como lo fueron Miguel de la Madrid y Salinas de Gortari doctorado en Harvard y Zedillo en la Universidad de Yale, o de algún país centroamericano o europeo.

Miguel de la Madrid fue cercano colaborador de José López Portillo y llegó a la escena electoral acompañado por Carlos Salinas de Gortari quien seis años después sería presidente de la república.

Bajo la era priista, el mas cercano colaborador del candidato presidencial siempre cerro filas con sus equipo político para poder acceder a la secretaria del despacho que le permitiera preparar la próxima sucesión con excepción de Ernesto Zedillo Ponce de León quien alcanzó la candidatura del Partido Revolucionario Institucional tras la trágica muerte de Luis Donaldo Colosio Murrieta, abatido en el popular barrio de Lomas Taurinas de Tijuana Baja California, el 23 de marzo de 1994.

Durante estos periodos de gobierno fue cosa común el caso de José Antonio González Fernández que de Asambleísta en el gobierno de Distrito Federal pasó a ocupar la Procuraduría de justicia en el DF, Director del ISSSTE, Secretario del Trabajo y siendo abogado terminó el sexenio de Miguel de la Madrid siendo Secretario de Salud.

En los tiempos del amiguismo puro que afortunadamente ya sepultó la pluralidad política que actualmente vive la república, a una mayor participación ciudadana en los asuntos públicos y las redes sociales que en mucho casos han suplido o complementado a los medios de información ya no permiten que se repitan casos como el de Fernando Solana que de Secretario de Educación Pública pasó a ocupar la Secretaria de Comercio y de ahí se mudo a la de Relaciones Exteriores o el de Pedro Ojeda Paullada quien ocupó cargos de primer nivel durante tres sexenios consecutivos desde Luis Echeverría quien lo nombró Procurador General de Justicia, ocupando después la Secretaría del Trabajo, de ahí al PRI y terminaría el sexenio de Miguel de la Madrid como Secretario de Pesca.

Hubo personajes transexenales como Arsenio Farell Cubillas, Jorge de la Vega Domínguez, Carlos Hank González, Ignacio Pichardo Pagaza, Víctor Cervera Pacheco y en sus años priistas el talentoso abogado Porfirio Muñoz Ledo ahora importante personaje anclado en las izquierdas, sin olvidar a Francisco Labastida Ochoa quien transitó por la Secretaria de Gobernación, Agricultura, gobernador del estado Sinaloa, Caminos y puentes Federales de Ingreso, Minas e Industria Paraestatal, hasta candidato al gobierno de México quien perdió las elecciones federales en el año 2000 ante la impetuosidad del bronco de Guanajuato Vicente Fox.

El abuso en el uso del trapecio que caracterizó a los hombres del poder en esta etapa de la vida nacional, sirvió, no se puede negar, para formar hombres de estado, leales al presidente con quien los ligaba además de la confianza y el afecto personal, la responsabilidad de servirle a la nación. López Portillo hombre de luces y de sombras trajo a colaborar con él a Jesús Reyes Heroles a la Secretaria de gobernación, Jorge Castañeda Sr., a la Cancillería, y al prestigiado arquitecto Pedro Ramírez Vázquez a Obras Públicas; de sus sombras se recuerda al “orgullo” de su nepotismo José Ramón, su hijo, a quien nombro sub secretario de Evaluación en Programación y Presupuesto, a sus dos hermanas Alicia y Margarita y hasta su primo hermano Guillermo López Portillo a quien nombró titular en el Instituto Nacional del Deporte.

Me falta espacio y tiempo para revisar la constelación de hombres y mujeres que dejaron de ser amigos y transmutaron su posición a colaboradores del presidente, en el momento que el titular del poder ejecutivo juró guardar la Constitución.

Nos encontramos en la siguiente entrega si mi Director lo considera pertinente.