En Coatepec, celebran inicio del Año de la Fe y 50 aniversario del Concilio Vaticano II

Con motivo del inicio del “Año de la Fe” y el 50 aniversario del Concilio Vaticano II, esta noche cerca de cinco mil feligreses católicos realizaron una procesión por diversas iglesias de esta ciudad y hasta llegar al patio de la parroquia de San Gerónimo.

En la presencia del Arzobispo de Xalapa, Hipólito Reyes Larios, los fieles entre niños, adultos y ancianos, caminaron cantando por diversas calles de este Pueblo Mágico alumbrados por velas.

La iniciativa que llama a reactivar la misión de la Iglesia, a renovar las raíces de las creencias de los católicos y a volver a proponer los grandes textos que dejó el Vaticano II, el prelado resaltó las grandes necesidades de la sociedad mexicana, como tener más seguridad.

También pidió por los desaparecidos, los muertos y sus familiares que han padecido el dolor de esa pérdida.

La importancia de este aniversario del Concilio coincide con el inicio del Año de la Fe, una iniciativa llamada a reactivar la misión de la Iglesia, a renovar las raíces de las creencias de los católicos y a volver a proponer los grandes textos que dejó el Vaticano II. Es pues, una “brújula” que permite que la Iglesia siga en medio de tempestades.

Hipólito Reyes Larios recordó a los fieles presentes que el Papa Benedicto XVI invita a celebrar también el 20 aniversario de la promulgación del catecismo de la Iglesia Católica, promulgado por el Beato Juan Pablo II, con la intención de ilustrar a los fieles con la fuerza y la belleza de la fe.

“Este valiosísimo documento, auténtico fruto del Concilio Vaticano II, fue querido por el Sínodo Extraordinario de los obispos de 1985 como instrumento al servicio de la catequesis realizándose mediante la colaboración de todo el Episcopado de la Iglesia Católica”, expresó.

Además de dichos acontecimientos históricos eclesiales –subrayó- el Arzobispo de Xalapa, la intención del Papa al convocar el Año de la Fe, vislumbra un horizonte mucho más amplio ante la situación que se vive en nuestra sociedad y en muchas comunidades eclesiales dispersas por el mundo en medio de contextos culturales “que ponen a prueba la vivencia y la profesión de la propia fe, el Santo Padre percibe una gran necesidad”.

“Siendo más que nunca, que el deber de indicar el Concilio como la gracia de que la Iglesia se ha beneficiado en el siglo XX. Con el Concilio se nos ha ofrecido una brújula segura para orientarnos en el camino del siglo que comienza. Yo también –continúa el Papa- deseo reafirmar con fuerza lo que dije a propósito del Concilio, pocos meses después de mi elección como sucesor de San Pedro”, añadió.

Dijo que hoy es necesario un compromiso eclesial más convencido a favor de una nueva evangelización para redescubrir la alegría de creer y volver a reencontrar el entusiasmo de comunicar la fe.