En el campo cañero 3 mil niños trabajan en horarios inflexibles

El director general del DIF estatal, Juan Antonio Nemi Dib, reveló que debido a que oscilan entre 2 y 3 mil niños “brutalmente” explotados en los campos cañeros del estado, se instalarán albergues para que reciban asistencia escolar, de salud, abrigo, alimento, entre otros.

Puntualizó que la Organización de las Naciones Unidas (ONU) a través de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) ha estado negociando con la Cámara Nacional de la Industria Azucarera y Alcoholera (CNIAA), con los ingenios del estado, productores de caña tanto de la CNC como de la CNPR, además de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social que ya tiene hecho un convenio para disminuir esta explotación.

Destacó que el DIF estatal ya capacitó a 30 consejos municipales de las zonas cañeras, pero lo continuarán haciendo en otros municipios para que reciban atención esos niños.

Entrevistado en Palacio de Gobierno, señaló que no se puede permitir que sigan siendo explotados de esa manera y se les prive de derechos previstos en todas las convenciones internacionales como la recreación, la educación, la salud o la vivienda.

Sin embargo, admitió que aunque la ley dice no al trabajo infantil, si se aplicara en términos estrictos se condenaría a la miseria a muchas familias, incluso a los propios niños.

“De lo que se trata es de generar condiciones para que estos niños no tengan que pasar por eso. La ley dice no al trabajo infantil, pero si aplicáramos este principio a raja tabla y dejáramos que los niños no trabajaran, que se los impidiéramos, condenaríamos a la miseria a muchas familias, a los propios niños”, manifestó.

Comentó que las cifras de niños trabajadores del campo en Veracruz varían mucho porque es estacional, pero específicamente los hijos de los cortadores de caña viven en pésimas condiciones, duermen a cielo abierto, usan herramientas peligrosas, no comen lo suficiente, no van a la escuela, sufren enfermedades, sufren deformaciones físicas derivadas de la sobrecarga de trabajo a la que están expuestos.

Explicó que muchos niños vienen de otros estados como Oaxaca y Guerrero acompañando a sus padres, pero la idea no es ir contra ellos por tenerlos en esas condiciones, sino que es una cuestión de cultura.

Juan Antonio Nemi Dib aseguró que es muy difícil conciliar lo deseable con la realidad, entonces no se va a decir nunca cuánto gana un niño, lo mantienen como un secreto de estado, pero insistió en que es más fácil para una familia ingresar dinero a través de los niños que a través de un adulto.

El funcionario estatal aseveró que la intención es crear cultura si es que eventualmente la situación de la familia obliga a que el niño trabaje, pero que ello no lo prive de ir a la escuela, de su diversión, a un servicio médico de calidad y sobre todo que no lo prive de una vida alegre y con optimismo.

Reveló por ello que existe un programa del DIF estatal para albergar a los niños que vayan con sus padres al corte de caña, pero insistió en que hay diferencias puntuales por ejemplo con los cortadores de café donde el riesgo y el esfuerzo físico son menores.