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Sección: V?a Correo Electr?nico

En este día del libro: Las palabras

Alicia Dorantes 24/04/2015

alcalorpolitico.com

Duda que las estrellas brillen,
duda que caliente el sol…
Pero no dudes de mi amor

Fragmento de Romeo y Julieta
William Shakespeare

El Día Internacional del Libro es una celebración a nivel mundial con el objetivo de fomentar la lectura, la industria editorial y la protección de la propiedad intelectual por medio del derecho de autor ¿Por qué el 23 de abril? Porque, se dice, coinciden el fallecimiento de Miguel de Cervantes Saavedra, de William Shakespeare y años más tarde, el del Inca Garcilaso de la Vega. La Conferencia General de la Unesco lo aprobó en París el 15 de noviembre de 1995, por lo que, a partir de dicha fecha, el 23 de abril es el "Día Internacional del Libro y del Derecho de Autor"

¿Quién no recuerda las palabras? “En un lugar de la Mancha, de cuyo nombre no quiero acordarme, no hace mucho tiempo que vivía un ingenioso hidalgo de los de lanza en astillero, adarga antigua, rocín flaco y galgo corredor…”

¿Nos hemos puesto a pensar cuántos idiomas se hablan en el mundo? Aunque es imposible dar una cifra exacta ─ni siquiera aproximada─, se calcula que se hablan entre 3.000 y poco más de 6.000 lenguas, de las cuales solamente 600 cuentan con más de 100.000 hablantes. Otro aspecto curioso es el que tiene que ver con su distribución geográfica. Según afirma Enrique Bernárdez en su libro “¿Cuáles son las lenguas?”, en Asia se concentra el 32 % de las lenguas existentes, en América el 15 % ─entre otras el maya, el iowa, el guaraní, etc.─; y en Europa, sólo el 4 %. Se estima que en África se hablan más de 1.500 lenguas diferentes. Hay casos singulares como en Camerún, un país con 12 millones de habitantes en el que se hablan nada menos que 270 idiomas. Pero la corona se la lleva Papúa, Nueva Guinea, cuyos habitantes se comunican, en ¡850 lenguas diferentes!

Pablo Neruda escribió años atrás: “Todo lo que usted quiera, sí señor, pero son las palabras las que cantan, las que suben y bajan… Me prostro ante ellas… Las amo, las adhiero, las persigo, las muerdo, las derrito… ¡Amo tanto las palabras!… Las inesperadas… Las que glotonamente se esperan, se escuchan, hasta que de pronto caen… Vocablos amados… Brillan como piedras de colores, saltan como platinados peces, son espuma, hilo, metal, rocío… Persigo algunas palabras…Son tan hermosas que las quiero poner todas en mi poema… Las agarro al vuelo, cuando van zumbando, y las atrapo, las limpio, las pelo, me preparo frente al plato, las siento cristalinas, vibrantes, ebúrneas, vegetales, aceitosas, como frutas, como algas, como ágatas, como “Y entonces las revuelvo, las agito, las bebo, me las zampo, las trituro, las emperejilo; las liberto… Las dejo como estalactitas en mi poema, como pedacitos de madera bruñida, como carbón, como restos de naufragio, regalos de la ola… Todo está en la palabra… Una idea entera se cambia porque una palabra se trasladó de sitio, o porque otra se sentó como una reinita adentro de una frase que no la esperaba y que le obedeció…Tienen sombra, transparencia, peso, plumas, pelos, tienen de todo lo que se les fue agregando de tanto rodar por el río. Son antiquísimas y recientísimas… Viven en el féretro escondido y en la flor apenas comenzada… Qué buen idioma el mío, qué buena lengua heredamos de los conquistadores torvos. Estos andaban a zancadas por las tremendas cordilleras, por las Américas encrespadas, buscando patatas, tabaco, oro, maíz, con aquel apetito voraz que nunca más se ha visto en el mundo… Por donde pasaban quedaba arrasada la tierra… Pero a los bárbaros se les caían de las botas, de las barbas, de los yelmos, de las herraduras, como piedrecillas… las palabras luminosas que se quedaron aquí, resplandecientes: el idioma. Salimos perdiendo. Salimos ganando… Se llevaron el oro y nos dejaron el oro… Se lo llevaron todo y nos dejaron todo… Nos dejaron las palabras.”

El idioma español o castellano es una lengua romance del grupo ibérico. Oficial en España, Hispanoamérica, algunas jurisdicciones de EE.UU y

en el Sahara Occidental, en Guinea Ecuatorial y en Filipinas. Es la segunda lengua del mundo por el número de personas que la tienen como lengua materna. Lo hablamos como primera y como segunda lengua 528 millones de personas si contamos a los que lo han aprendido como lengua extranjera. Tiene más de 20 millones de estudiantes, y es la que sigue en comunicación internacional, después del inglés y el chino mandarín. Sí. El español posee la tercera mayor población alfabetizada del mundo.

Tengamos presente que el español: 1.- Es la tercera lengua más utilizada para la producción de información en los medios de comunicación y con más usuarios de Internet (182 millones) 2.- Es además uno de los seis idiomas oficiales de la ONU. 3.-Es también el idioma oficial en varias de las principales organizaciones político-económicas internacionales (UE, UA, OEA), etc. El español, como las otras lenguas romances, es una continuación moderna del latín hablado (denominado latín vulgar), desde el siglo III, que tras el desmembramiento del Imperio romano fue divergiendo de las otras variantes del latín que se hablaban en las distintas provincias del antiguo Imperio, dando lugar mediante una lenta evolución a las distintas lenguas romances. Debido a su propagación por América, el español es la lengua romance que ha logrado mayor difusión en el ámbito deportivo (FIFA).

¿Existió la Torre de Babel? Los 10 idiomas que más se hablan en el mundo, son: 1.-Chino: 1.200 millones de personas. 2.-Español: 528 millones de hablantes, 3.-Inglés: 328 millones de personas 4.-Árabe: 221 millones. 5.-Hindi: 182 millones. 6.-Bengalí: 181 millones.7.-Portugués: 178 millones. 8.-Ruso: 144 millones. 9.-Japonés: 122 millones 10.- Alemán: 90,3 millones. Según el Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas en México se hablan 62 lenguas nativas, siete de ellas, en peligro de desaparecer.

Quiero recordar unas palabras de Ana Frank, niña judía alemana, símbolo del holocausto. Ana, su hermana Margot y su madre fueron enviadas al campo de concentración de Bergen-Belsen, donde murieron de tifus un mes antes de la liberación del campo. Escondida, Ana escribió en su famoso Diario: “No veo la miseria que hay, sino la belleza que aún queda”.
El argentino Facundo Cabral, decía: “Perdona a todos y perdónate, no hay liberación más grande que el perdón, no hay nada como vivir sin enemigos. Nada peor para la cabeza y por lo tanto para el cuerpo, que el miedo, la culpa, el resentimiento y la crítica que te hace juez (agotadora y vana tarea) y cómplice de lo que te disgusta”. En otra ocasión dijo: “...Pero que no te confundan unos pocos homicidas y suicidas. El bien es mayoría, no se nota porque es silencioso. Una bomba hace más ruido que una caricia, pero por cada bomba que destruye, hay millones de caricias que alimentan la vida.” Y aunque esa es la belleza de sus palabras, el cantautor pacifista murió acribillado por balas asesinas, en Guatemala, el día 9 de julio del 2011.

Quiero recordar en este momento otras bellas palabras: Jorge Luis Borges, ya invidente, decía: “Sueño con una vejez acompañada, en donde la mano de ella sea mi guía y donde la mía, sea su sostén…” En el 68, Elena Poniatowska, comentó: “Soldado: no dispares, tú también eres pueblo”

Y Gabriel García Márquez, señalaba: “El oficio de escritor es tal vez el único que se hace más difícil a medida que más se practica. La facilidad con que yo me senté a escribir aquel cuento una tarde no puede compararse con el trabajo que me cuesta ahora escribir una página”. En “La soledad de América Latina” menciona: “Desde antes de que empezara la matanza política ella pasaba las lúgubres mañanas de octubre frente a la ventana de su cuarto, compadeciendo a los muertos y pensando que si Dios no hubiera descansado el domingo habría tenido tiempo de terminar el mundo”.

¡Quien supiera utilizar y jugar con tan bellas palabras! Continuará…

Alicia Dorantes