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Sección: Estado de Veracruz

Entre insultos, directivos de Grupo MAS logran salir de oficinas de Obras Públicas

Extrabajadores del SAS los retuvieron para que no se llevaran insumos de una bodega; marinos tuvieron que escoltarlos

Rodrigo Barranco D?ctor Veracruz, Ver. 29/07/2016

alcalorpolitico.com


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Entre gritos de “¡Rateros! ¡Vende patrias!” por parte de extrabajadores sindicalizados del extinto Sistema de Agua y Saneamiento Metropolitano (SAS), directivos del Grupo MAS abandonaron las oficinas de la dirección de Obras Públicas del Ayuntamiento de Veracruz donde estaban retenidos.

Los sindicalizados acudieron desde temprano a las instalaciones de la avenida Grijalva, en el fraccionamiento Reforma, para impedir que personal de la empresa mixta sacaran insumos de la bodega de SAS, que colindan con las oficinas municipales.

Previendo que las piezas salieran del edificio, decenas de manifestantes rodearon entradas y salidas del complejo burocrático, reteniendo no solo a los colaboradores de Grupo MAS, sino también a efectivos de la Marina-Armada de México que resguardaban la zona y estaban adentro.



Cerca de las 18:30 horas, una patrulla de la Policía Naval se acercó para pedir a los extrabajadores que permitieran, de manera pacífica, dejar salir a los uniformados y los manifestantes accedieron.

En las negociaciones, los marinos pidieron que el plantón también permitiera la salida del personal de MAS, y aunque la petición fue aceptada por todos los presentes, todo se volvió un caos.

Los cinco marinos que estaban adentro salieron escoltando a un número similar de empleados de Grupo MAS que tenían que caminar casi una cuadra para llegar a sus vehículos, tramo que se volvió eterno para ellos.



Y es que, en todo el trayecto, una turba se abalanzó sobre ellos para insultarlos y culparlos por quedarse sin trabajo. Los de la empresa mixta solo caminaban nerviosos arropados por los marinos.

A los uniformados también les llovió pues fueron abucheados e insultados por los manifestantes que los acusaron de defender a extranjeros y no a los trabajadores mexicanos.

Por momentos, parecía que la turba molería a golpes oficiales y civiles, sin embargo, todo quedó en una ola de quejas y mentadas de madre que duraron varios minutos sin que nadie saliera lastimado.