Familias completas emigran por la inseguridad en la zona de Córdoba

Ante la ola de inseguridad que cada vez se incrementa más en la zona centro, aunado a la baja de los precios de la caña de azúcar, café y hule, familias completas están emigrando a otros estados.

Campesinos consideran que Veracruz ya no es un estado seguro para seguir trabajando las tierras; expresaron los presidentes de los Comités Regionales Campesinos de la zona centro.

Por temor a represalias, pidieron no revelar sus nombres, pero aseguran que constantemente el sector campesino es objeto de secuestros exprés, les roban sus camionetas de trabajo para el robo de gasolina; les saquean sus huertos de limón, se llevan establos completos de ganado, como el que se llevaron hace unos meses de Amatlán de Los Reyes y de otros en la zona de Tierra Blanca y Tres Valles.

Los que cañeros son esperados al salir de los bancos en Córdoba, para robarles su preliquidación; fruto de su trabajo.

Los enfrentamientos entre bandas delictivas que se disputan la plaza, provoca un clima tenso, porque aparecen cuerpos por donde quiera, en Yanga, Omealca, Tezonapa, Cuitláhuac, Paso del Macho y otros.

Las carpetas de investigación en los Ministerios Públicos hablan por sí solas.

Ante eso, tanto en Córdoba como en los municipios de la zona, hace que desde muy temprano las calles estén desiertas, porque la gente se resguarda en sus viviendas.

Los taxistas de Omealca y Tezonapa, después de las ocho de la noche, ya no dan servicio a Córdoba u otro lugar que no sea para los poblados cercanos; temen por su vida, ante tanto robo de taxis y asesinatos del que han sido objeto este gremio.

Dijeron que basta ver cómo cada ocho días se ven autobuses que llegan por gente para llevárselos a trabajar a los estados del norte; Baja California, Sonora, Chihuahua y otros; porque en esta zona el pago del corte de caña es muy barato; el precio del café vale –a 6.50 el kilogramos de café cereza, pero no hay nada que cosechar y el del hule -$7.50 el kilogramos de hule húmedo–, también está por los suelos; por lo que no les alcanza para sobrevivir.

Muchos productores de estos sectores productivos están vendiendo sus tierras. Basta con llegar a esta región y ver anuncios de venta de parcelas de caña, de ranchos y huertos.

Mientras tanto, la delincuencia se apodera de la zona y la Policía de Mando Único y de SSP o policías municipales, no dan una. Sólo llegan para recomendar a los agraviados, que pongan su denuncia ante el Ministerio Público.

Jefes policiacos reconocieron que es grave el problema de la inseguridad y que no saben cómo resolver el problema, pero que se debe a que dentro de las mismas corporaciones ya se infiltró el crimen organizado.