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Sección: Estado de Veracruz

Familias conviven con los muertos; sus muebles son viejos ataúdes desenterrados

- En Nogales anochece y al salir la luna, los niños juegan entre las tumbas

- Son felices, nadie los molesta, ni siquiera conocen seres de ultratumba

Miryam Rodr?guez Hern?ndez Nogales, Ver. 02/11/2012

alcalorpolitico.com


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Junto a tumbas, cruces, inscripciones de recuerdo y compartiendo como piso la misma tierra del panteón “Benito Juárez”, así viven diez familias, las cuales sus integrantes aseguran estar en paz y sin ningún temor.

Una de estas familias es la de los Hernández, quien desde hace seis años llegaron a vivir a este sitio, en una casita improvisada de tablas de madera y láminas viejas, pero que es el sitio donde decidieron instalar su hogar.

Día y noche conviven en la parte trasera del camposanto, con los sepulcros de un sinnúmero de nogalenses cuyos restos ahí descansan, incluso en esta zona que pareciera olvidada en el cementerio, las otras familias la ocupan como si fuera el jardín de una gran casa.

Igual se entrelazan sus juguetes, sus mascotas, su ropa recién lavada, con los restos de ataúdes, que ellos mismos amontonan con la tierra con la que se forma una tumba; sin embargo, su cotidianidad nada la puede impactar.

Algunos de los integrantes, aquellos que se animan a charlar, aseguran que las noches en este sitio son muy tranquilas, que el ruido propio de aquellos que llegan a hacer limpieza disminuye al paso de la horas durante el día y cuando el sol se oculta todo queda en silencio, pero otra vez el bullicio cobra fuerza cuando la luna emerge y los niños que aquí viven salen de sus hogares a jugar en el camposanto.

Y aunque muchos no quisieran vivir compartiendo terreno con un panteón, estos nogalenses no tuvieron otra opción que llegar a asentarse aquí, en viviendas humildes y a expensas de alguna enfermedad por el contacto cercano con un sitio de este tipo… pero aún así, son felices en lo que llaman y es su hogar.