Hombre de Mecatlán machetea a su pareja, tras confesarle ésta que lo iba a abandonar

Un agricultor se convirtió en un asesino, luego de que le arrebatara la vida a su amante, debido a que la hoy occisa se negó a tener relaciones sexuales con él.

Enardecido por la negativa de su amasia, con machete en mano, se abalanzó sobre ella, pues además le confesó que se iba a ir de la casa, pues “ya tenía un nuevo amor, que sí la entendía y la hacía feliz”.

Cegado por los celos y la ira, sacó su machete y comenzó a atacarla, dejando a su amada muerta, tirada en medio de la casa en un charco de sangre. La ahora occisa respondía al nombre de María Antonia Guzmán Domingo, de 42 años de edad y quien tenía su domicilio en la calle Josefa Ortiz de Domínguez, sin número, de un ejido anexo a la comunidad Rancho Alegre, en este municipio.

El ahora detenido es Alberto Juárez Gaona, de 35 años de edad, mejor conocido como “El Gallo”. Este sujeto en total le asestó 33 machetazos y cuchillazos a la que en vida fue su amante.

De acuerdo con la Agencia Veracruzana de Investigaciones, la infortunada mujer vivía con su concubino Manuel Cruz García, de 62 años de edad, quien a su vez tenía una mujer en otra localidad, donde el martes se quedó a dormir, pero dijo a doña María Antonia que hoy miércoles, regresaría muy temprano.

Con la pareja vivía también Alberto Juárez Gaona, quien llegó a ese domicilio dos años atrás, desnutrido y muy enfermo, una vez que se recuperó, aprovechó las ausencias del señor de la casa y comenzó a cortejar a la hoy occisa, quien accedió a tener una relación con él.

Por declaraciones del ahora detenido, se informó que la mujer le confesó que ya tenía un nuevo amor en otra comunidad, siendo precisamente Tomás Lorenzo García, por cierto medio hermano de su esposo Manuel Cruz García.

Asimismo, el asesino confesó que ella -María Antonia- sonriendo aceptó que además andaba con otros cinco hombres del lugar.

Los ataques continuaron y le dio varios machetazos en la cara y cuello a la señora. Ella no pudo defenderse y terminó sin vida en un charco de sangre en el interior de la vivienda.

El sanguinario sujeto más tarde fue a la casa de sus padres, donde escondió las ropas manchadas de sangre y en un hoyo, en las afueras de la comunidad, tiró el machete y sus botas y luego se acostó a dormir como si nada pasara.

A las cinco de la mañana, el concubino Manuel Cruz García llegó a su casa para llevar a la infortunada mujer al corte de elotes y fue cuando descubrió el
escalofriante cuadro, por lo que salió a toda prisa y pidió ayuda a la Policía Auxiliar. Pronto arribaron al lugar elementos policiacos, quienes se dedicaron a peinar el lugar y poco después ese sujeto fue ubicado cuando ya se daba a la fuga.