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Sección: Estado de Veracruz

Infidelidad y adulterio deben evitarse, causan daño a las personas y familias: Arzobispo de Xalapa

Conmina a la gente a ser fiel para vivir en paz consigo mismos y los demás

?ngeles Godoy Morales Xalapa, Ver. 17/03/2013

alcalorpolitico.com


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El arzobispo de Xalapa, Hipólito Reyes Larios, explicó que la infidelidad es algo muy grave, de las cosas que más duelen, sobre todo porque se convierte en un adulterio, tanto en el matrimonio, como en muchas situaciones de la vida cotidiana.

"Cuando ponemos toda nuestra confianza en una persona y nos damos cuenta que es distinta a como la habíamos conocido, nos sentimos mal. Hay gente que no sabe afrontar esta decepción y se quita la vida, pero tampoco hay que exagerar".

Durante su homilía dominical, dijo que el matrimonio es de dos, donde tienen la misma igualdad tanto el hombre como la mujer. En ese sentido, recordó que el matrimonio refleja la situación de la Iglesia como la esposa de Cristo.

Además dijo que la mujer es el complemento del hombre, están a la par, por lo que no se trata de que uno tenga más importancia que otro. Por ello, explicó que la infidelidad puede ser tanto de un lado como del otro y se considera adulterio, un pecado muy grave por los daños que causa tanto a las personas como a las familias.

"El cambio de religión o como se conocía anteriormente, la apostasía, también es considerado adulterio al romper la fidelidad con Dios por irse tras otros dioses. Se han aficionado los hombres por los hombres y las mujeres por las mujeres, cosas que no van por naturaleza, eso lo vemos ya casi tan natural y así nos lo presentan. Es una realidad".

El arzobispo recordó a los fieles que deben procurar estar siempre en gracia tanto de Dios como de sus semejantes para llevar una vida digna y apegada a la plenitud.

"Mientras más viejo se hace uno, más conciencia toma del pecado. Dios es infinitamente misericordioso, pero quiere que vivamos bien. La propaganda nos dice que violándose los mandamientos vivimos bien y eso no es así. Hay que cumplirlos para que Dios esté en tu casa, en tu vida".

Finalmente, el arzobispo exhortó a los fieles para no ser tan duros jueces de los que fallan, sino a ser misericordiosos.