Juguetes tradicionales no pueden competir con los que impone la televisión

Los juguetes tradicionales no pueden competir contra la cultura popular que impone la televisión, por eso han incorporado elementos como personajes de series televisivas, reconoció la integrante de una familia de artesanos de Naolinco, Alma Alfaro Loeza.

"No se puede competir ante ese dantesco monstruo que tenemos en frente", dijo en referencia a la televisión y la industria del juguete.

De acuerdo a Alfaro Loeza, tratar de mantener la pureza de los juguetes artesanales es prácticamente imposible, por lo que hay una transformación inevitable.



Ante esta competencia desleal, comentó, los fabricantes de juguetes artesanales fusionan algunos elementos de la cultura popular para evitar que su tradición se pierda.

Al recibir un reconocimiento en la Feria Nacional del Libro Infantil y Juvenil Xalapa 2016, Alfaro Loeza admitió que los juguetes que fabrica en su taller han adquirido elementos externos y eso los mantiene vigentes entre los interesados en adquirirlos.

No obstante, al igual que la música, el vestido, la danza, la gastronomía y los demás aspectos culturales, el juguete tradicional permanece gracias a una identidad cultural pues tienen más arraigo en estados como Michoacán.



Asimismo, indicó que los padres de familia juegan un papel importante en la preservación de estas artesanías, porque tienen el compromiso de abrir “un abanico de posibilidades” a los hijos para que sepan escoger qué juguetes son mejores para ellos.

"Cuando nada más se le presenta una cosa al niño, no tiene opciones, no tiene recursos para optar por otra cosa", dijo.

Además, afirmó que la importancia de los juguetes tradicionales es su legado cultural y como herencia ya tienen su propio valor para mantenerse vigentes, proporcionando además mayor creatividad e inventiva a los niños.



"A veces con cartón, un alambrito o un hilito, el niño puede hacer un juguete que funciona", dijo.

Alfaro Loeza es originaria de Naolinco, y heredó de su padre, Eliseo Alfaro, el don de trabajar con las manos, pues transformaba materiales sencillos en papalotes de carrizo y papel, zancos de botes de leche, globos de papel china, entre otros.

Estudió Antropología Social en la Universidad Veracruzana, vivió con el arquitecto Horacio Albalat, autor de libros de juguetes y creador del taller Construcción de Juguete Tradicional Mexicano. Hasta hoy, Alfaro Loeza difunde los juguetes artesanales mexicanos.