La verdadera fiesta brava

Antes de abordar el tema de esta semana, permítame platicarle lo siguiente; ¡Vaya! Exquisita salsa con huevo que me almorcé esta mañana; le platico. Resulta que un gran amigo de siempre, Carlos Sánchez Montiel, me hizo llegar una fenomenal salsa casera de las que en su hogar preparan. Está tan rica como esos chiles en vinagre que sabe hacer… pero… ¿qué es lo único que hace mal el buen Carlos?... ¡Caramba!... que teniendo ese secreto de su preparación suculenta para darle el toque a nuestra comida diaria, no la comercialice como muchos amigos le hemos sugerido. Estos manjares Carlos los obsequia a sus amigos, por lo menos tengo ese gusto, ese placer; Gracias mi Carlos, pero también lo deben degustar otros paladares. Porque el paladar es uno de los 5 sentidos que Dios nos dio para complacerlos, para darles gusto. Se dice que ‘el brindis’, por citar un ejemplo, se originó a raíz que una buena copa de vino le da gusto a la vista con su color de tonalidades distintas, al tacto con tomar la copa de cristal fino con delicadeza, al olfato con su aroma aterciopelado, al paladar con la exquisitez de su procedencia, pero faltaba darle gusto al oído; entonces surgió el suave choque de las copas donde debía salpicar unas gotas significando el baño de buenos deseos al invitado y, a la vez, el fino chasquido del cristal para darle gusto al oído, y de esa manera a los 5 sentidos… ¡Salud!, señores. Ajuuuaaaa…

Así pues, mi buen Carlos debe compartir esos manjares que sabe hacer… ya sus amigos hasta sabíamos el nombre de la marca que les iba a poner… ajá, sin albur, era ‘Mi Chilín’ y oiga usted, en verdad que están para chuparse los dedos… (no la marca)… jajaja… bien, con esa salsa que me envió hoy, le agregue a la salsita con huevo que me estaba saboreando y pa’que le cuento… ojala ese gran amigo que es ecologista de corazón, amante de Coatepec, impulsor del rescate del Cofre de Perote y visionario servidor público preocupado y ocupado con la protección y conservación de los mantos acuíferos, se anime a producir y envasar esas exquisiteces para disfrute del paladar de todos los que gustan comer picante… a propósito, con estas líneas dedicadas con reconocimiento sincero a Carlos Sánchez Montiel, ésta pluma demuestra que no tiene compromisos tontos de colores partidistas. Hay que saber reconocer los méritos de las personas como lo que son; y Carlos, independientemente de sus habilidades para preparar esas ricuras, lleva en la política una trayectoria positiva que lo distingue de los demás y lo hace singular. Sirvan estas líneas para qué les quede claro a quienes confunden la gimnasia con la magnesia y lo revuelven todo, que ésta pluma igual que la mayoría de la gente, le apostamos a la persona, no a los partidos. ¿OK?... Adelante Carlos en tu labor buscando el bien por Coatepec, y ojala pronto todos tengan oportunidad de saborear lo que saber hacer…

Bien, entremos al tema de este día, resulta que otro gran amigo de toda la vida, Manolo Fernández Ávila, me envía un extraordinario documental filmado recientemente en España, en la plaza de toros de Castellón. Se trata de un campeonato de ‘recortes’ donde participan jóvenes de entre 18 y 25 años de edad. Se llevó a cabo apenas el año pasado, el 3 de Marzo del 2012 para ser exactos. La plaza luce abarrotada. La emoción a raudales. El griterío impresionante. Es adrenalina pura el momento donde los participantes se juegan la vida, burlan al toro pero sin un solo artefacto que sirva de engaño, ni trapos rojos, ni espadas, ni caballos, ni cuadrillas de picadores, ni ningún mequetrefe farsante cobarde que sangre o lastime al toro. Ese video muestra el rescate puro y limpio de la VERDADERA FIESTA BRAVA.



Los jóvenes que participan son ágiles como gacelas, brincan sobre el toro, burlan sus embestidas pasándoles los cuernos a escasos milímetros de su cuerpo. Otros los esperan hincados en la arena y en el último segundo de la ‘suerte’ saltan cual resortes humanos impulsados por sus reflejos precisos y exactos. El público grita de emoción verdadera. Es un legítimo espectáculo de altura que honra la raza humana. En él no hay una gota de sangre, ni violencia, ni muerte. Se trata de un auténtico deporte donde se aprecia, se valora y se aplaude el verdadero valor y destreza de quien enfrenta al toro en absoluta igualdad de circunstancias. Me quito el sombrero y me pongo de pie ante estos originales practicantes de la verdadera Fiesta Brava, eso es, una emocionante y auténtica FIESTA, una fiesta familiar digna de ser vista hasta por el Creador.

O sea que, ahora se puede comparar el espectáculo burdo, cavernícola, propio de eras prehistóricas donde solo mentes morbosas, enfermas, atrofiadas, pueden gozar el circo barato y deprimente de ver un indefenso animal debatirse inútilmente entre la vida y la muerte… y un espectáculo auténticamente fino, de altura, que enarbola a la real civilización humana de la cual nos jactamos en pleno siglo XXI. ¡Vaya! interesante archivo que evidencia hacia donde se enrumban los pasos de las presentes y futuras generaciones. No está lejano el día que en las escuelas, en las clases de historia, se hable de la época cuando todavía, en el Siglo XXI se martirizaban a los animales hasta causarles la muerte. Para entonces se abordará la clase como parte de un circo deplorable de baja estofa donde la pregunta quedaba al aire… ¿quién es la verdadera bestia?... ¿el toro que solo se defiende sin más arma que su instinto de conservación?... ¿o el monstruo de mil cabezas que embrutecido por el alcohol grita en las graderías pidiendo muerte?...

Lo cierto es que el mundo está dando muestras de cambio por todas partes y México no se queda atrás. Hace poco Teocelo con su visionaria e inteligente comuna logró la ley que prohíbe en esa bendita Tierra del Dios Tigre, las corridas de toros y todo lo que sea maltrato a los animales. Su presidente Municipal, hoy candidato del PRD a la Diputación por el Distrito XIII con cabecera en Coatepec, recibió zendo reconocimiento de carácter internacional en Hermosillo, Sonora. Ya vi entre otros, los reconocimientos hasta de la Gran Bretaña que recibió. Y hoy, el Congreso de Sonora ya prohibió también las corridas de toros. Cierto es que por todas partes sigue creciendo el rechazo a los espectáculos sangrientos, morbosos, de barbarie, de la época de las cavernas. ¡Viva México señores! Ajuuuuuaaaaaaaa…