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Sección: Estado de Veracruz

Líder masón apoya la reelección de Audirac; es una persona con experiencia, dice

Luis Alberto García Leyton afirma que aún no se concluye con la correcta vigilancia en la aplicación de recursos

Javier Salas Hern?ndez Xalapa, Ver. 06/08/2012

alcalorpolitico.com

El respetable Gran Maestro de la Gran Logia Unida Mexicana, Luis Alberto García Leyton, se pronunció a favor de la reelección de Mauricio Audirac Murillo como auditor general del Órgano de Fiscalización Superior (ORFIS), siempre y cuando verdaderamente se ajuste a dar cumplimiento al objetivo por los cuales fue creado el ORFIS: vigilar la correcta aplicación de los recursos públicos.

Hasta el momento, las tareas de fiscalización en Veracruz no llegan hasta las últimas consecuencias, no solamente en el plano informativo, sino en el de la corrección de las fallas que haya habido y la aplicación de las respectivas sanciones.

“Creo que no se ha completado ese circuito, ese proceso no ha sido concluido, hasta la fecha los ciudadanos no hemos tenido conocimiento de que por motivos de la fiscalización algún funcionario haya tenido que responder por fallas cometidas”.

Por ello, expuso que Audirac Murillo es una persona que ya tiene experiencia y que podría continuar, siempre y cuando se ajuste a los principios de las tareas de fiscalización, de lo contrario, tendría que elegirse a otra persona comprometida con la correcta aplicación de los recursos públicos.

El aspecto de la fiscalización -dijo- es un tema delicado “que requiere mucha atención y sobre todo vigilancia porque si se denuncia que alguien se enriquece de manera ilícita tiene que haber un organismo que le pida cuentas”.

Pidió al Congreso el Estado ser un observador más estricto y exigente con el trabajo que realiza el ORFIS, pues toda actuación que no es supervisada “se la lleva la tristeza”.

También pidió a los legisladores locales hacer los ajustes necesarios para que la función se cumpla, porque el problema radica en el no cumplimiento estricto de la función de fiscalización, porque el problema no está en una persona, sino en un organismo creado precisamente para sanear las finanzas públicas.