Autoridades del INAH tienen en total abandono la zona arqueológica "El Tajín": Trabajadores

Custodios de la zona de monumentos arqueológicos de El Tajín, dieron a conocer las carencias y necesidades que se requieren, piden transparencia de los recursos para mantenimiento y un plan de manejo integral que atienda el abandono del lugar y el riesgo para el patrimonio cultural.
 
Luego de manifestarse ayer los trabajadores del INAH para el emplazamiento a huelga, un grupo de custodios, aprovechó para invitar a los medios de comunicación a un recorrido por El Tajín, para evidenciar el abandono.
 
Explicaron que esto es por la falta de apoyos para poder realizar sus trabajos en la zona arqueológica. Son 41 edificios abiertos al público, de los cuales la mayoría sufren de importantes daños y urge su rehabilitación.
 
De acuerdo con Irineo Méndez González, la zona arqueológica está abandonada, “pedimos material pero nos lo niegan. Todo lo que necesitamos siempre se nos niegan, sobre todo el director Roberto Rivera”.
 
Dijo que desde hace más de seis meses que llegó a ocupar el cargo desconocen su plan de trabajo, “somos 17 trabajadores para 19 hectáreas de la zona; abiertas al público, no nos damos abasto, por eso demandamos la contratación de más personal”.
 
Durante el recorrido, se aprecian varias pirámides con fracturas, además de humedad. Las estructuras han sufrido deslizamientos de suelo, pero también invadido por la hierba, no se ha desazolvado, sufren de inundaciones. Inclusive, la estructura de Los Nichos se encuentra con afectaciones.
 
Cuestionó el líder de los trabajadores, “¿Donde están los más de 4 millones y medio de pesos que se destinan para el mantenimiento de la zona? Llevamos años pidiendo que nos reparen nuestro equipo, no podemos trabajar y las autoridades del INAH simplemente están cruzadas de brazos”.
 
Los trabajadores piden una auditoria detallada, para saber en qué se destinan los recursos y en manos de quien recibe el presupuesto del El Tajín; cinco millones de pesos anuales, han transcurrido ocho meses y el lugar sigue deteriorándose.
 
Uno de los puntos más críticos se vive en el edificio I, hace unos meses se invirtió recurso para su rehabilitación, hoy está a punto de derrumbarse, debido a que la mayoría de los soportes de tarro que sostienen la palapa están quebrados.
 
Explicaron los custodios que registra filtraciones de agua, dañando las pinturas de los murales. Pero también, la polilla y comején se ha apoderado de la estructura.
 
“Preferimos cerrar la palapa ante el temor de que en cualquier momento colapse por completo, esta zona ya no es segura para nadie y tratamos de evitar un accidente”.
 
Afirmaron los trabajadores que la denominación de Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, no ha servido de nada, debido al estado en que guarda la zona arqueológica El Tajín.
 
“Somos la tercera zona de monumentos más visitada en el país, sólo por debajo de Teotihuacán, es lamentable que nuestros visitantes vean las pésimas condiciones en que se encuentra”.
 
También, el grupo de custodios denunció públicamente a un funcionario por corrupción, Héctor Hugo Hernández Román, señalándole por desvió de recursos por más de 300 mil pesos, haciendo uso para fines personales.
 
Este servidor público no ha sido despedido, ya que se comprometió a devolver el dinero.
 
Por último el grupo de custodios, pidió la ejecución de un verdadero plan de manejo donde se garantice la protección y salvaguarda de los monumentos, ante ello emplazaron al INAH para que cumpla con sus peticiones y atienda las necesidades no sólo de este sitio sino de también en otros municipios