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Sección: Estado de Veracruz

Autoriza El Vaticano a la grey católica, celebrar a San Rafael como patrono del Episcopado Mexicano

- La autorización oficial del Papa Francisco es a partir de este año litúrgico, con categoría de “fiesta”, el 24 de octubre
- Así lo informó el Arzobispo Hipólito durante la misa dedicada a peregrinos, sacerdotes y religiosas

Alicia Aguilar Guevara Xalapa, Ver. 24/10/2014

alcalorpolitico.com

El obispo Rafael Guízar y Valencia era un hombre con sentido del humor, que le gustaba jugar con los niños, ayudar a los pobres y preocupado por la salvación de las almas, relató el arzobispo de Xalapa Hipólito Reyes Larios.

En la misa dedicada especialmente a los sacerdotes en la que se encontraban presentes de la Arquidiócesis de Xalapa, de la Diócesis de Tuxpan y de Orizaba, seminaristas de Xalapa y de Tuxpan, religiosas de la Arquidiócesis de Xalapa, así como peregrinos de Ayahualulco, de las parroquias del Decanato Noreste de Xalapa y peregrinos de Perote, entre otros, habló de todo lo que le caracterizaba.

Antes pidió por enfermos, difuntos, peregrinos, pidió por la Iglesia Mexicana, por las Diócesis, Parroquias y Comunidades, para quienes celebran su cumpleaños, aniversarios así como por las autoridades civiles, militares, educativas en todos los niveles de gobierno.

Hipólito Reyes, explicó que este 24 de octubre se celebra la fiesta de San Rafael Guízar y Valencia; a partir de este año litúrgico que está por terminar, la Iglesia Católica Mexicana ha recibido la autorización oficial de parte del Papá Francisco, a través de la Congregación Vaticana para celebrar en todo el país con categoría de “fiesta” al obispo Rafael Guízar y Valencia, patrono del Episcopado Mexicano.

Durante su mensaje, se refirió a San Juan, capítulo 15, versículo 16, que dice: “no son ustedes los que me han elegido, soy yo quien los ha ha elegido y los ha destinado a que vayan y den fruto y su fruto permanezca, de modo que el padre les conceda cuanto le pidan en mi nombre”.

El Arzobispo explicó que esto Jesús se lo dice a los apóstoles y discípulos más cercanos, pero esto continua en la Iglesia y por eso se le aplica a San Rafael en esta fiesta.

Subrayó que tenemos la experiencia de la intercesión de San Rafael ante Dios en tantas necesidades, pues hay muchas personas que han recibido favores de parte de Dios por la intercesión de San Rafael, particularmente algunas mujeres que no pueden concebir, que no pueden dar a luz y han pedido a Dios por intercesión de la santísima Virgen y de San Rafael Guízar y ya son mamás y papas; así, hay muchísimos milagros que Dios realiza a través de la intercesión de San Rafael.

Se refirió a “la muerte de un Santo”, que en un número especial de la revista del Seminario de Xalapa, expone diversos artículos donde se habla de la fama de santidad del obispo Rafael Guízar.

Detalló que se mencionan algunos rasgos característicos, el espíritu de pobreza, la absoluta confianza en la providencia de Dios y su generosidad extraordinaria con los pobres y necesitados.

“Su amor a Dios con ternura y pasión que le hacía vibrar de emoción y brotaba desde el volcán de su corazón con expresiones como la siguiente: Señor yo te amo y te quiero amar como nadie te ha amado sobre la tierra, y el amor a Dios siempre es respuesta a lo que él nos da pero se complementa con el amor al prójimo y este amor está expresado en su exagerado interés por la salvación de las almas y remediar las necesidades de los pobres”.

El arzobispo mencionó otras cualidades del Obispo como su santa obsesión por llevar a cabo las misiones populares que tantos frutos de conversión obtenían entre las personas de todas las clases sociales.

Su amor a la Santa Eucaristía; su amor tierno y profunda devoción a la santísima Virgen María; a los niños con ternura y creatividad les enseñaba el catecismo, jugaba con ellos y les obsequiaba medallas, rosarios, caramelos y animales pintados de colores estrafalarios.

La viejita vendedora de lotería

Su sentido del humor era otra de sus cualidades, por ello, el Arzobispo relató la siguiente anécdota:
“Se acercó a ella el señor Obispo y le dijo oye viejita, porque vendes billetes de lotería estando ya tan vieja, no ves que te puede matar un coche.

La ancianita quizá en sus mejores años acomodada se sintió herida en su dignidad al oír que un desconocido le hablaba de tú y más aún le llamara vieja y, un tanto enojada contestó:

Y porque me dices vieja, tú estás más viejo que yo; entonces el obispo Guízar le dijo no, tú tienes ya 80 años y estas más arrugada que una ciruela pasa.

La pobre anciana aún más enojada replicó, tú tienes 100 años y estás arrugado como un chile chipotle; el Santo Obispo gozaba en aquella charla que sostenía, no sólo por chiste y diversión, sino con el fin de hacer un bien a aquella mujer pobre, ya que él se acercaba a los pobres charlando con sencillez e ingenuidad y candidez de niños.

De pronto el Señor Obispo sacó un billete de 10 pesos que en este entonces serían como 500 pesos y poniéndolo en manos de la anciana vendedora le dice: ten esto es para ti, con este dinero pon un puesto de fruta en la puerta de tu casa y ya no andes vendiendo boletos de lotería en las calles con peligro que te mate un coche, la mujer se quedó asombrada y le dijo al Señor Obispo al cual no conocía:

Ay señor pues quien es usted y yo le dije a usted chile chipotle; en ese momento paso el tranvía y el Obispo lo abordó, dejando feliz a la intrigada mujer que no sabía ni quien la había ayudado”, concluyó.
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