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Sección: Estado de Veracruz

En el Centenario del Natalicio de José Revueltas, el 'escritor más moral'

Manuel Martínez Morales 20/11/2014

alcalorpolitico.com

El 20 de noviembre de 1914 nació José Revueltas, uno de los más brillantes y lúcidos intelectuales mexicanos del siglo XX. Su obra, que todavía está por aquilatarse plenamente, se extiende desde la literatura hasta el pensamiento político y la filosofía. Tenaz estudioso de lo humano, Revueltas tendió puentes entre su vida de militante político, su obra literaria y sus convicciones filosóficas uniéndolas en una síntesis que sorprende, sobre todo por su invariable honestidad caracterizada por la presteza en reconocer sus propios errores y limitaciones.
 
            En toda su obra, José Revueltas se plantea el problema del hombre y su relación con el conocimiento y la realidad: ¿Qué es la realidad? ¿Puedo conocerla? ¿Cómo sé quien soy? ¿Qué soy? ¿Qué somos? A través de la construcción de los personajes de sus cuentos y novelas, Revueltas aporta elementos para comprender la realidad del mexicano; no porque exista el "ser mexicano", sino porque somos hombres -a la vez universales y concretos- en el aquí y ahora de México. Ni modo, aquí nos tocó vivir, del "lado moridor" de la realidad, donde vida y muerte se enlazan y confunden. Los personajes creados por el escritor son instrumentos para observar esta perturbadora realidad, para calarla a fondo, concienzudamente, comprometidamente.
 
            La ciencia, el arte y literatura son formas complementarias de conocimiento. La simbología profunda presente en las novelas y cuentos de José Revueltas dice mucho sobre la realidad. Nos guste o no, la teoría marxista del valor es el telón de fondo en el drama que protagonizan Mario Cobián, Lucrecia, Olegario Chávez y Elena en Los errores. Sus actos están determinados en gran medida por las implacables leyes que rigen la sociedad mercantil, en la cual hombres y mujeres son tasados por su valor de cambio en un mercado abstracto e inhumano. La obra literaria de Revueltas complementa y enriquece lo que el sociólogo, el antropólogo, el historiador y el psicólogo puedan decir sobre el fenómeno humano en el México del siglo XX.
 
            Decíamos que su contribución intelectual se extiende también al pensamiento político y a la filosofía. José Revueltas siempre se asumió abiertamente comunista, marxista, con una perspectiva y una militancia críticas que lo llevaron a ser expulsado del Partido Comunista Mexicano en dos ocasiones, sin que ello le hiciera abjurar de sus ideas y su postura. En 1949 publica una de sus mejores novelas, Los días terrenales, que le valió una dura crítica por parte de sus camaradas de partido y lo obligó  a retirarla de la circulación por un tiempo. En esta obra de Revueltas se reflejan, a través del prisma  de la trama novelesca, las agudas contradicciones en que se debatían los comunistas de aquella época, encerrados en el dogmatismo y sujetos a la hegemonía ejercida en el aquel tiempo -impuesta también dogmáticamente- por el Partido Comunista de la Unión Soviética sobre casi todos los partidos comunistas del mundo. Aunque, al ser cuestionado sobre esta novela, el escritor aclaraba: "No quise hacer la crítica de un grupo humano que lo mismo puede ser marxista que sinarquista, y no porque crea en un arte puro, libre de toda intención política; antes porque quise, única y exclusivamente, retratar la condición del hombre. Yo no he visto ángeles en torno mío, ni creo que llegue a haberlos en el mundo futuro...El bien y el mal son en el hombre sentimientos que se dan en el tiempo. El bien y el mal pueden alternarse entretejiendo la vida de un hombre, y más fecuentemente convivir en él. Se puede desear el bien y hacer el mal. Por ejemplo, Fidel, un personaje de Los días terrenales, trata de hacer felices a los hombres pero su intransigencia y sus procedimientos lo deshumanizan." (No he conocido ángeles, entrevista realizada por Díaz Ruanova; enMéxico en la Cultura, supl. de Novedades, 28/V/50)
 
            Tanto en su obra como de viva voz en las reuniones partidistas, el escritor insistía en la importancia fundamental de la crítica: "el intelectual es un crítico por excelencia....es el que desempeña el papel de minoría crítica respecto a la sociedad; yo, en lo personal, no sólo sería un oposicionista en este régimen, sino también en un país socialista, porque la tarea del pensamiento es la crítica de la realidad, para lograr su perfeccionamiento."
 
            En el epitafio sobre su tumba está escrita una de sus frases favoritas: "Gris es toda teoría y verde es el árbol de oro de la vida." Es justo decir que José Revueltas, el Hijo del Hombre, dejó sembrado entre nosotros el verde árbol de la esperanza.
 
            Gris es toda teoría y verde es el árbol de oro de la vida, solía repetir José Revueltas. De él ha dicho Elena Poniatowska que es único en el país, que no hay escritor más moral que el autor de El luto humano yLos días terrenales: “él, primero que nadie, amó al ser humano, amó al más pobre de todos”, señaló Poniatowska sobre el narrador y activista duranguense.
 
            Sin solazarnos en la gris teoría, pero recurriendo a ella a través del pensamiento dialéctico de Revueltas, es posible encontrar elementos para entender el carácter contradictorio de la realidad de nuestro tiempo. En alguna parte de Diálectica de la conciencia, una de sus obras teóricas, el escritor nos avisa que "el hombre es un ser inmerso en una tupida, complicada, abrumadora red de relaciones y correlaciones ajenas, que se manejan y funcionan al margen de su voluntad y sobre las que no se puede ejercer, como individuo, sino una influencia mínima, sin significación y, en todo caso, mediante una acción reglamentada y consensual. Para el hombre cotidiano, el 'mundo de los hombres' se reduce al mundo de sus relaciones inmediatas y fácticas y no se detiene a explicarse las relaciones abstractas con las que entra en diario contacto, si no hay una exigencia utilitaria para ello. Por ejemplo, escribe una carta, la sella y la deposita en un buzón postal, pero con ello no asume el extraordinario mecanismo con que funciona el sistema de correos..."
 
            Tanto en su obra como de viva voz en las reuniones partidistas, el escritor insistía en la importancia fundamental de la crítica: "el intelectual es un crítico por excelencia....es el que desempeña el papel de minoría crítica respecto a la sociedad; yo, en lo personal, no sólo sería un oposicionista en este régimen, sino también en un país socialista, porque la tarea del pensamiento es la crítica de la realidad, para lograr su perfeccionamiento."
 
            Es justo decir que José Revueltas, el Hijo del Hombre, dejó sembrado entre nosotros el verde árbol de la esperanza.
 
La obra de y sobre José Revueltas es extensa. En ocasión del centenario de su nacimiento, el mejor homenaje que podríamos hacerle al escritor sería acercarnos nuevamente a la lectura de sus libros.
 
            En estos días nada mejor para recordarlo que el "Discurso de José Revueltas a los Perros en el Parque Hundido",  escrito por Enrique González Rojo Arthur, inspirado -precisamente- en una arenga que en realidad realizó el escritor a los canes, con un tono lúdico, según la referencia.
 
Compañeros canes:
 
Aprovecho esta concentración
para tomar por asalto la palabra
y decirles mi desdén,  mi resistencia, mi furia
por la vida de perros
a que se les ha sometido
y que ustedes aceptan
sumisamente
sin rebeldía
con una larga, peluuda y roñosa
cobardía entre las patas.
 
Compañeros perros callejeros
¿Van a continuar luchando unos con otros?
¿Van a rodear el hueso,
el pobre hueso conquistado,
con la cerca de púas del gruñido?
¿Y lanzarse en dentelladas
contra el que también vive las manos
del hambre cerrándose en su cuello?
Ah, mis pinches, mis bonitos perros:
¿Qué pasó con la tactica?
¿Dónde sus olfateos de dialéctica?
Cada uno de ustedes ha acabado por ser el ámbito
en que sólo las pulgas están organizadas autogestivamente....
 
Y en un instante, una insinuante perra que atravesó la calle
le dio en la madre al mitin.
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