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Sección: Estado de Veracruz
Ejidatarios de Tlalnelhuayocan le apuestan al ecoturismo para sobrevivir
Preservan el bosque, promueven la cocina regional y ofrecen alojamiento para tener contacto directo con la naturaleza
Irineo Pérez Melo San Andrés Tlalnelhuayocan, Ver. 30/08/2015
alcalorpolitico.com
Ejidatarios de San Andrés Tlalnelhuayocan le están apostando al ecoturismo como una forma de allegarse recursos para sobrevivir y con el apoyo de la organización Senderos y Encuentros para un Desarrollo Autónomo Sustentable, A. C. (SENDAS), desde hace siete años iniciaron esta aventura, para lo cual se han venido capacitando a fin de brindar los servicios requeridos por quienes los visitarán.
Con una superficie de diez mil setecientos veintisiete hectáreas, que abarca cinco municipios –Perote, Las Vigas, Acajete, Tlalnelhuayocan y Coatepec- la Cuenca del Río Pixquiac forma parte de un proyecto ecoturístico que se pretende explotar, en donde se brinda al visitante un experiencia de contacto directo con la naturaleza.
La bióloga Liliana Ortiz Lozada y María Heliodora Saldaña Ceballos, de la asociación SENDAS, explican que al tenerse conocimiento del trazo del libramiento de Xalapa, la cual pretendía pasar por esta zona, se inició una larga lucha por evitar que esto se realizará y al lograr este fin, se les propuso a los ejidatarios diversos programas para allegarse recursos, sin dañar el bosque y los recursos que de él se obtienen.
Esta zona, indicaron, se obtiene casi el 40 por ciento del agua que se consume en la capital del Estado, de ahí que los siete mil ochocientos veintisiete habitantes que habitan en la región, están conscientes de la necesidad de que el bosque se preserve, al grado tal que se tienen en conservación mil setenta y ocho hectáreas, así como ciento treinta y un hectáreas reforestadas, en cuatro ejidos: Agua de los Pescados, San Pedro Buenavista, San Antonio Hidalgo y San Andrés Tlalnelhuayocan.
Sin embargo, señalaron, la falta de apoyos, por parte de las instancias gubernamentales, ha imposibilitado que gran parte de estas familias obtengan el recurso para sobrevivir y tengan la necesidad de explotar la naturaleza.
Desde que entró SENDAS a trabajar con ellos, dijeron las entrevistadas, se les brindó la capacitación necesaria para evitar tirar más árboles y una de esas actividades se relacionó con el ecoturismo, el cual se está explotando muy bien, al grado tal que quienes han visitado la zona se han llevado un grato recuerdo del trayecto recorrido.
La experiencia es grata, porque de acuerdo a la condición física de los visitantes, se les programan recorridos cortos que van de dos a cuatro kilómetros, o largos, que van de cinco a ocho kilómetros, en donde hay un contacto directo con la naturaleza. Por una parte, con el inmenso y exuberante bosque, y por otro lado, con los acantilados y las cascadas que se han formado durante la trayectoria del caudaloso río que recorre la montaña y que pasa a conformar el Consolapa.
De esta manera, se tienen los senderos Las Bromelias, Chilacayote y Los Pesmas, en donde el visitante recorre entre dos y cuatro kilómetros en contacto directo con la naturaleza y los senderos largos, de El Capote y Palo Blanco de entre cinco y ocho kilómetros, en donde los visitantes podrán admirar los grandes acantilados y cascadas de hasta sesenta metros de altura.
Refieren que los propios ejidatarios se han capacitado para brindar los servicios de guías, y en su momento, de ofrecer la alimentación, basada principalmente en trucha, aderezada con productos de la zona, que hacen de la delicia de los visitantes, quienes al degustarlos, comprueban lo rico que es la gastronomía regional. Además de construir la infraestructura necesaria para atender a quienes deseen pernoctar en la montaña, al construirse refugios para este fin.
La tarea ha sido ardua y difícil, debido a la falta de apoyo institucional, por lo que los propios ejidatarios han tenido que invertir dinero y esfuerzo para atender a los visitantes, que en la actualidad, la mayor parte de ellos son estudiantes o de tipo académico, que han hecho estos recorridos.
A la fecha quien los está respaldando en la difusión de estas tareas es el ayuntamiento de San Andrés Tlalnelhuayocan, en donde la alcaldesa Guadalupe Arianna Ángeles Aguirre le está apostando fuertemente al ecoturismo como una forma de que los habitantes de este municipio se alleguen un recurso extra, además de darle un plus económico a la zona.
Con una superficie de diez mil setecientos veintisiete hectáreas, que abarca cinco municipios –Perote, Las Vigas, Acajete, Tlalnelhuayocan y Coatepec- la Cuenca del Río Pixquiac forma parte de un proyecto ecoturístico que se pretende explotar, en donde se brinda al visitante un experiencia de contacto directo con la naturaleza.
La bióloga Liliana Ortiz Lozada y María Heliodora Saldaña Ceballos, de la asociación SENDAS, explican que al tenerse conocimiento del trazo del libramiento de Xalapa, la cual pretendía pasar por esta zona, se inició una larga lucha por evitar que esto se realizará y al lograr este fin, se les propuso a los ejidatarios diversos programas para allegarse recursos, sin dañar el bosque y los recursos que de él se obtienen.
Esta zona, indicaron, se obtiene casi el 40 por ciento del agua que se consume en la capital del Estado, de ahí que los siete mil ochocientos veintisiete habitantes que habitan en la región, están conscientes de la necesidad de que el bosque se preserve, al grado tal que se tienen en conservación mil setenta y ocho hectáreas, así como ciento treinta y un hectáreas reforestadas, en cuatro ejidos: Agua de los Pescados, San Pedro Buenavista, San Antonio Hidalgo y San Andrés Tlalnelhuayocan.
Sin embargo, señalaron, la falta de apoyos, por parte de las instancias gubernamentales, ha imposibilitado que gran parte de estas familias obtengan el recurso para sobrevivir y tengan la necesidad de explotar la naturaleza.
Desde que entró SENDAS a trabajar con ellos, dijeron las entrevistadas, se les brindó la capacitación necesaria para evitar tirar más árboles y una de esas actividades se relacionó con el ecoturismo, el cual se está explotando muy bien, al grado tal que quienes han visitado la zona se han llevado un grato recuerdo del trayecto recorrido.
La experiencia es grata, porque de acuerdo a la condición física de los visitantes, se les programan recorridos cortos que van de dos a cuatro kilómetros, o largos, que van de cinco a ocho kilómetros, en donde hay un contacto directo con la naturaleza. Por una parte, con el inmenso y exuberante bosque, y por otro lado, con los acantilados y las cascadas que se han formado durante la trayectoria del caudaloso río que recorre la montaña y que pasa a conformar el Consolapa.
De esta manera, se tienen los senderos Las Bromelias, Chilacayote y Los Pesmas, en donde el visitante recorre entre dos y cuatro kilómetros en contacto directo con la naturaleza y los senderos largos, de El Capote y Palo Blanco de entre cinco y ocho kilómetros, en donde los visitantes podrán admirar los grandes acantilados y cascadas de hasta sesenta metros de altura.
Refieren que los propios ejidatarios se han capacitado para brindar los servicios de guías, y en su momento, de ofrecer la alimentación, basada principalmente en trucha, aderezada con productos de la zona, que hacen de la delicia de los visitantes, quienes al degustarlos, comprueban lo rico que es la gastronomía regional. Además de construir la infraestructura necesaria para atender a quienes deseen pernoctar en la montaña, al construirse refugios para este fin.
La tarea ha sido ardua y difícil, debido a la falta de apoyo institucional, por lo que los propios ejidatarios han tenido que invertir dinero y esfuerzo para atender a los visitantes, que en la actualidad, la mayor parte de ellos son estudiantes o de tipo académico, que han hecho estos recorridos.
A la fecha quien los está respaldando en la difusión de estas tareas es el ayuntamiento de San Andrés Tlalnelhuayocan, en donde la alcaldesa Guadalupe Arianna Ángeles Aguirre le está apostando fuertemente al ecoturismo como una forma de que los habitantes de este municipio se alleguen un recurso extra, además de darle un plus económico a la zona.
