De septiembre 2015 a mayo 2016, SAS acumuló pérdidas por más de 120 mdp

Al mes de abril de este año, los estados financieros del organismo público paramunicipal Sistema de Agua y Saneamiento Metropolitano Veracruz/Medellín, registran una pérdida acumulada de 32 millones de pesos, pasivos por 647 millones de pesos, entre ellos, adeudos al IMSS, CFE, INFONAVIT, CONAGUA y SAT.
 
Mientras que reporta una recaudación promedio mensual de 30 millones de pesos, lo que significa que al cierre del ejercicio 2016 habrá recaudado 180 millones de pesos adicionales, a la vez de proyectar un gasto corriente de 360 millones de pesos, de los cuales, el 94% se destina al pago de nómina.
 
Lo anterior se desprende del dictamen técnico del despacho PricewaterhouseCoopers, S.C., que determina la notoria incosteabilidad y quiebra financiera del organismo, que hacen insostenible la operación del organismo, y recomienda su extinción.
 
El documento forma parte del expediente que acompañan las solicitudes que enviaron al Congreso del Estado, los presidentes municipales de Medellín de Bravo y Veracruz, Luis Gerardo Pérez Pérez y Ramón Poo Gil, respectivamente, para la extinción del SAS, crear el Instituto Metropolitano del Agua (IMA), y suscribir la primera adenda al título de concesión otorgado al Grupo Metropolitano de Agua y Saneamiento SAPI de C.V, para llevar a cabo la obtención de financiamiento de los pasivos por parte de la concesionaria.
 
Las tres solicitudes serán analizadas este martes al mediodía por los diputados integrantes de las comisiones permanentes unidas de Desarrollo y Fortalecimiento Municipal; de Medio Ambiente, Recursos Naturales, Aguas y Cambio Climático, y Hacienda Municipal.
 
En el dictamen técnico entregado por el despacho contratado, se especifica que en el periodo comprendido de septiembre del 2015 a mayo de 2016, SAS ha acumulado pérdidas por más de 120 millones de pesos, equivalente a un millón de pesos diarios. Al día de hoy los pasivos registrados superan los 647 millones de pesos.
 
En enero de este año, SAS inició el programa de pago anual anticipado, en el cual recaudó alrededor de 120 millones de pesos. En el primer cuatrimestre la recaudación asciende a 235 millones de peso.
 
La aplicación de esos recursos se ha destinado principalmente al pago de prestaciones laborales, tanto las adeudadas en ejercicios anteriores (2014/2015) por 68 millones de pesos, faltando aún por liquidar más de 23 millones de pesos, así como el pago de nómina en el mismo periodo por 144 millones de pesos.
 
Aunado a ello, adeuda los impuestos generados por esos conceptos por más de 132 millones de pesos y el servicio de energía eléctrica por 25 millones de pesos.
 
Además, desde el 2008, el SAS no autoriza ajustes al valor de la tarifa, ni siquiera los necesarios para cubrir la elevación de costos por los incrementos inflacionarios en electricidad, productos químicos, diésel, gasolina, ente otros.
 
Hay deficiencias en la medición de los consumos de los usuarios, y la aplicación de cuotas fijas en forma inequitativa.
 
Obsolescencia de sistemas de facturación y cobro, así como la falta de depuración de padrones de usuarios.
 
Incremento en la contratación de personal, pasando de 450 trabajadores en 2008 a poco más de 1,500 en 2014. La proporción de personal contratado contra el número de tomas existentes en el sistema actualmente es de 7.1 trabajadores por cada mil tomas, cuando la media nacional se sitúa en 4.3 trabajadores por cada mil tomas.
 
Incremento en el valor de las prestaciones económicas otorgadas a los trabajadores y acordadas en el Contrato Colectivo. Mientras en el 2008, la proporción del valor de la nómina comparable contra los ingresos propios del SAS era del 68%, actualmente la proporción representa el 94%, quedando sólo un 6% para el pago de energía eléctrica y otros gastos de operación y sin posibilidad de inversión o ampliación de redes.
 
Registra deterioro de la infraestructura por falta de mantenimiento.
 
Incremento de las pérdidas físicas de agua en su conducción y distribución, derivado de las malas condiciones de las redes. Se estima una pérdida del 64% del agua captada y distribuida.
 
Incremento de pasivos y acumulación de pérdidas en cada ejercicio presupuestal, que hacen inviable la posibilidad de pago y sustentabilidad financiera del sistema.
 
El informe señala que a lo anterior era posible darle solución a partir de:
 
Ajustes moderados a la tarifa por la prestación de servicios, por lo menos con la aplicación del INPC anual.
 
Mejoramiento de la eficiencia operativa global, disminuyendo el volumen de pérdidas físicas y aumentando la eficiencia comercial. El cumplimiento de esas metas se verificará de acuerdo a los indicadores aprobados por CONAGUA.
 
Disminución del gasto de operación, mediante el ajuste a la plantilla de personal a los niveles promedios nacionales de trabajadores por cada mil tomas; así como el ajuste en el monto de pago de prestaciones económicas convenidas en el Contrato Colectivo de Trabajo, las cuales están por arriba de los tabuladores promedio de otras empresas o instituciones públicas hasta en un 100%.
 
Atracción de inversión mediante la selección del socio inversionista operador seleccionado en licitación pública, con el compromiso de inversión de al menos 4 mil 400 millones de peso; el concursante ganador ofertó una inversión de 11 mil millones de pesos.
 
Saneamiento financiero del SAS, es decir, el pago de los pasivos cuyo monto en 2014 ascendía a los 300 millones de pesos, cuya proporción estaba representada por adeudos a terceros institucionales tales como el SAT, IMSS, INFONAVIT, CONAGUA y CFE.
 
Sin embargo, a un año de haberse emitido el fallo de licitación y a 9 meses de haberse constituido Grupo MAS, así como de habérsele otorgado el título de concesión, no ha podido entrar en operación derivado del conflicto sindical y el SAS continuó prestando el servicio.
 
Ahora, las condiciones financieras y de operación del SAS se han agravado por ello la necesidad de tomar la decisión para su extinción.
 
Se insiste en el documento que se estaba en el entendido que, con el ajuste de personal, la permanencia del SAS, y la entrada en operación del Grupo MAS ambos entes podrían funcionar de manera coordinada; el primero como regulador y el segundo como operador.