PEMEX oculta información de nuevo derrame en Veracruz, dice Greenpeace

Petróleos Mexicanos (PEMEX) mantuvo en secreto un derrame de crudo ocurrido en los límites de los municipios de Las Choapas y Agua Dulce, Veracruz, a pesar de que debería notificar a las autoridades para que se activen los planes de emergencia que eviten afectaciones mayores al ecosistema y a la población, denunció Greenpeace.

“El marco regulatorio en el tema de derrames es muy pobre, lo que deja grandes márgenes discrecionales a PEMEX para informar a las autoridades y a la comunidad cuando ocurren este tipo de accidentes y es por ello que las autoridades de Protección Civil tienen que enterarse por los medios y no por la paraestatal quién debería estar obligada a notificar de manera inmediata cualquier incidente”, denunció Beatriz Olivera, coordinadora de la campaña Clima y energía de Greenpeace.

De acuerdo con las medios locales (1) el vertido de petróleo ocurrió el domingo 13 de enero cuando una tubería de PVC se fracturó durante trabajos de exploración de nuevos pozos y la paraestatal no informó del caso.

“El que nada debe, nada teme y pareciera que PEMEX teme mucho, por eso esconde y niega información sobre los vertidos de petróleo en sus instalaciones”, declaró Olivera.

Añadió que actuar “en lo oscurito” es una práctica recurrente para la paraestatal, lo que plantea severas dudas sobre su capacidad para atender contingencias en tierra y sobre todo en aguas profundas, donde pretende explorar en búsqueda de más petróleo.

Hasta el momento se desconoce la cantidad de crudo vertido y la extensión de la zona dañada, pues Petróleos Mexicanos se ha negado a informar sobre el dictamen del derrame, el cual debe proporcionar datos sobre la causa, consecuencias y litros derramados.

Beatriz Olivera hace un llamado a la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente; así como a la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales para que den seguimiento a este caso y se sancione a los responsables.

“Es obligación de las autoridades ambientales garantizar que se repare el daño y evitar la impunidad como ha sucedido en otros casos, por ejemplo, en el derrame del 31 de diciembre de 2011 en Coatzacoalcos, Veracruz, que a más de un año no ha sido resuelto”, concluyó Beatriz Olivera.