Pobladores de Tehuipango inspeccionan Iglesia y denuncian faltantes de valor

Los pobladores de este municipio que tienen tomada la iglesia, denunciaron que el sacerdote de este lugar, Lidio Limón, no sólo hurtó la espada de la imagen del Santo Patrono “Santiago Apóstol”, sino también las incrustaciones de piedras preciosas de un nicho, remplazó un cuadro de la Virgen de Guadalupe cuyo marco era de oro y las lámparas que eran de plata las mandó a restaurar y nunca las volvió a colocar.

Los quejos dieron su versión sobre este caso y explicaron que la tarde de este jueves ingresaron al templo -que por cierto es una réplica de la Basílica de Guadalupe-, aquí revisaron cada rincón y se percataron, según su versión, que hay faltantes.

De esta forma detallaron: el cuadro de la Virgen es una copia porque el original presuntamente se lo llevó el padre Limón, “los abuelos nos dicen que ese ya no es porque se ve como amarillo, está pintado, el auténtico tenía oro”.

En tanto, de la figura del Santo Patrono, dijeron que éste en la mano tiene una espada, pero era de plata, ahora la que tiene es de madera “y no sabemos dónde quedó la verdadera. Nos indicó una señora que cuando hicieron el cambio, el Padre fue el que mandó a quitar la espada, porque según le hacía falta una limpieza”.

Hay un nicho que en este momento tiene plásticos que lo tapan, pero ahí llevaba pedrería “la gente mayor nos dijo que tenía piezas del arte barroco y tenía aplicaciones de plata y oro, pero pues ahora es una simple madera”.

En las lámparas -explicaron- había un candelabro que el Cura mandó a quitar y nunca lo regresó a su lugar, pero todo era de plata y el tallado de un segundo era de oro, aseveraron.

Todos estos artículos -dijeron- han ido desapareciendo desde que llegó a este lugar el clérigo, por lo cual indicaron que ya les informaron a los pobladores lo que está sucediendo.

Apuntaron que pidieron que alguna autoridad de la Diócesis de Orizaba acudiera a este sitio para charlar con ellos sobre este problema, que calificaron como grave, pero nadie llegó a atenderlos.

Ante tal situación, indicaron que no liberarán la Iglesia en tanto no cambien al Padre, incluso ya convocaron a los mayordomos y otras autoridades indígenas que tienen presencia en la Iglesia católica, para que se den cuenta de que hay anomalías y luego se unan a este movimiento.

Estos pobladores también acusaron al padre Lidio, de haber dañado las ruinas prehispánicas de Amoltepec y Tepantipac, que son vestigios de la cultura “Nonoalca” que existió hace más de 600 años en este municipio.

Aunque ya poco se observa, todavía existen evidencias de un centro ceremonial y de una ciudad de gran extensión, las cuales certifican la presencia de parte de esa hoja de la historia de México, por consiguiente de Veracruz.

“El sacerdote mandó a picar la piedra de estas ruinas y del material que sacó lo mezcló con cemento y mandó a hacer una plancha como mesa, en donde cada año la gente va y festeja, ahí hacen una fiesta aunque este sitio se supone está protegido por el INAH”, enfatizaron.

Pero no sólo eso, sino que piezas antiguas que se encontraron en este par de sitios, así como en la parroquia cuando ésta fue reconstruida, desaparecieron.

“Cuando el sismo de 1985, se cayó la Iglesia y muchas cosas se quedaron enterradas y cuando se hizo la nueva y llegó este Padre reacomodó todo. Cuando tiraron el curato, los albañiles encontraron una caja que brillaba, pero don Lidio les dio el día y aprovechó para sacar piezas que eran de oro y que fueron halladas ahí”, aseguraron.

Los denunciantes detallaron que no se moverán hasta que el Párroco no sea cambiado, además exigieron que las autoridades eclesiásticas atiendan este caso “queremos hablar con el señor Obispo, Don Eduardo Cervantes”.