Reforma al artículo 4 obliga al Estado a brindar una vida digna en todas sus etapas

La reforma al segundo párrafo del artículo 4 de la Constitución Política de Veracruz, que obliga al Estado garantizar el derecho a la vida del ser humano desde el momento de la concepción hasta la muerte natural, no criminaliza a las mujeres para que sean perseguidas y encarceladas.

El derecho a la vida no sólo se limita a la protección del no nacido, sino que su espectro es demasiado amplio, tanto que llega a la obligación del Estado a reorientar sus políticas públicas, para la vida más digna de las personas.

Al referir lo anterior, el vocero de la Arquidiócesis de Xalapa, Juan Manuel Suazo Reyes, calificó como una apreciación errónea manifestar que esta reforma criminaliza a las mujeres.



“Esta reforma no pretende criminalizar a nadie; no estamos persiguiendo a las mujeres ni pretendiendo dañarlas”.

El respeto y el derecho a la vida que el pasado jueves aprobó el Congreso del Estado con la reforma al artículo cuarto constitucional tiene un espectro demasiado amplio; la vida se debe respetar desde la niñez, la adolescencia, la juventud, la adultez y la vejez.

“Toda vida humana, en todas sus etapas, es digna, por lo que el Estado ya está obligado a crear condiciones favorables para superar la inseguridad y la falta de empleo, principalmente”.



Por lo que no solamente se limita al derecho a la vida del no nacido, sino que obliga a incentivar los valores y principios de la persona y a reforzar la educación sexual desde el interior de la familia y al Estado lo obliga a mejorar sus políticas públicas.

Sólo así se podrá incidir en reducir el número de adolescentes que llegan a los embarazos no deseados, que lamentablemente es un problema que está presente, puntualizó.

La defensa de la vida tiene que ver también con todas las etapas del ser humano, por lo que el Estado ya está obligado a crear condiciones favorables para superar la inseguridad y fomentar el empleo.



“De modo que las personas podamos tener instituciones a favor de la vida. Por eso, tenemos plena confianza de que Veracruz ha pasado a una nueva etapa de esperanza con un porvenir diferente”.

Esta reforma obliga al Estado a plantearse la creación, desarrollo y establecimiento de políticas públicas que mejoren las condiciones de atención a las mujeres embarazadas, sobre todo en aquellas que tengan dificultades.