Taladores ganan más dinero de forma clandestina que con jornal en programas de Gobierno

Las personas ganan más dinero con la tala clandestina que con los pagos que ofrece el Gobierno al trabajo en el Parque Nacional Pico de Orizaba, aseguró el director de este lugar, Raúl Álvarez Oseguera.

“Se gana más con la tala que con lo que nosotros ofrecemos, es una realidad; por día trabajado se gana tres veces más de lo que nosotros ofrecemos”, añadió que por jornal pagan 150 pesos diarios, cifra que es superada si se efectúa esta actividad ilícita contra el bosque “lo que pasa es que el producto de la naturaleza es de gratis, entonces como lo ves por día de trabajo un talador gana más”.

Todo esto -dijo- está frenando los trabajos que se hacen a fin de disminuir la tala clandestina, y es que aseguró que están atados de manos como autoridades del Parque Nacional, toda vez que no pueden ofrecer más dinero por jornal pues no cuentan con el presupuesto.

“Lo que habría que hacer es educar un poco, porque la tala clandestina tiene un destino y son las ciudades, las cajas de empaque, las madererías y la cuestión es pensar en que no se debe comprar madera pirata”.

Al cuestionarle sobre las declaraciones que hicieran autoridades de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (PROFEPA), en referencia a la presencia de grupos armados que talan el Parque Nacional, dijo que no han detectado presencia de grupos con armas que talen, pero que esta Procuraduría es la encargada de vigilancia e inspección “y les daría el crédito, pero Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas no lo hemos detectado, a pesar de que recorremos toda la zona”.

Añadió que “nosotros somos la parte amable, llevamos trabajo, programas, tenemos una relación armoniosa con las comunidades, somos el complemento para la atención a la tala, estamos llevando la opción trabajo para que la gente no tenga pretexto de decir que está cortando, porque no tiene trabajo”.

Añadió que la tala está afectando a los árboles, pero no acaba con el bosque “lo que acaba con los bosques es el cambio de uso de suelo; es decir, tengo un bosque, lo tumbo y meto ganadería, agricultura, o meto un desarrollo urbano. Aquí la tala acaba con árboles pero el bosque permanece”.

En términos ecológicos es una situación aún manejable y en términos de servicios ambientales que genera un bosque, ahí sí se tiene un impacto porque estos producen agua “mientras más grande, más frondoso, mayor retención de agua, de aire vamos a tener, por eso digo que la tala impacta en la calidad de los servicios ambientales que prevé el volcán”.

Añadió que con toda esta situación lo que se está provocando es una desecación (tipo de deshidratación) de los mantos acuíferos y se puede tener con ello problemas de abasto de agua generados por la tala indiscriminada, de hecho reconoció que ya se hace presente este tipo de secado.

“En temporada de secas los ríos ya no dan y en temporada de agua nos inundamos, no es un proceso que se genere sólo en el Parque Nacional, sino tiene que ver con el uso que se le ha dado a la cuenca desde nacimiento del Jamapa y culmina en el Sistema Arrecifal Veracruzano”, finalizó.