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Sección: Estado de Veracruz

"Alguien tiene que hacer el trabajo sucio": empleado de Limpia

La basura le ha permitido a Marcelino sacar adelante a sus tres hijos a lado de su esposa

V?ctor Tor?z Veracruz, Ver. 24/02/2013

alcalorpolitico.com


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"Alguien tiene que hacerlo, alguien tiene que hacer el trabajo sucio", reflexiona Marcelino Valdez, quien por 18 años ha sido trabajador de la Dirección de Limpia Pública del Ayuntamiento de Veracruz.

Su trabajo dentro de esta área es el más complicado, según sus compañeros; "soy quien va detrás del camión levantando las bolsas de basura", responde él con orgullo cuando se le pregunta.

"Nada más es cosa de perderle el asco", dice al mismo tiempo que comenta que este oficio ha permitido sacar adelante a sus tres hijos a lado de su esposa.

En ningún momento se ha sentido arrepentido de dedicase a este oficio, que considera más digno que cualquier otro, al dedicar en tiempo completo su servicio a los ciudadanos.

Su día comienza en punto de las cuatro de la mañana, una hora después se reporta para cumplir con su jornada laboral que es de ocho horas a partir de las cinco de la mañana.

Desde esa hora es recorrer al menos 40 colonias de la ciudad de Veracruz, levantando bolsas, juntando la basura que a veces queda tirada porque la gente la saca a la hora que no es y los perros la tiran por todos lados.

"Esa es la petición que haría a las personas, que no sean tan sucios, que al menos dejen su bolsa alzada para que no se riegue todo, porque eso es lo que nos dificulta nuestro trabajo".

Don José Hernández es otro trabajador de Limpia Pública, inició levantando basura como Marcelino, después de 25 años de trabajo en esta área fue cambiado para ser barrendero.

"Puedo jubilarme ya pero no quiero, quiero seguir trabajando, quiero seguir contribuyendo a la limpieza de esta ciudad", declaró. Cuenta el orgullo que siente por su oficio, el cual permitió que sus hijos salieran adelante sin complicaciones.

Sobre su sueldo dice no quejarse, porque a diferencia de otros trabajos aquí encuentra estabilidad económica, prestaciones de ley y el compañerismo que en ningún otro lado.

"También muchísima satisfacción, si tuviera que elegir que ser, sería lo mismo, porque me gusta mi trabajo, aunque digan que tengo que vivir entre la basura".