“De educativo, la reforma no tiene nada”, dice el SNTE; sólo tendrá un impacto laboral negativo

La reforma educativa aprobada por el Congreso de la Unión y las legislaturas estatales no tiene nada de educativo, pero sí un impacto laboral negativo, aseveró Miguel Ramírez Sánchez, representante del Comité Ejecutivo Nacional del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE).

Durante su intervención en el panel de análisis de la reforma, “Jornada Nacional por la Defensa de la Escuela Pública y sus Maestros”, realizado en el Palacio Legislativo, señaló que la reforma educativa no se logra por decreto ni de manera unilateral, ni la escuela pública y la defensa de los derechos legítimamente adquiridosde los maestros, que no deben estar sujetos a negociaciones.

En el foro, auspiciado por las secciones 32 y 56 del SNTE, dijo estar de acuerdo en que se requiere una reforma de fondo de la educación y del sistema, pero que ello deberá realizarse a partir de ratificar sus fundamentos esenciales, obligatoriedad gratuidad y laicismo.

No obstante, aprobada en sus términos, la referida reforma no tiene nada de educativo, pero sí un impacto laboral, con el propósito de hacer de la enseñanza un gran negocio para unos cuantos.

Dio a conocer el comité que solicitarán a los diputados locales que en los próximos días reciban de las dirigencias seccionales un planteamiento al respecto para que envíen un exhorto al Congreso de la Unión, con la finalidad de que cuando conozcan la norma reglamentaria tengan muy en cuenta la defensa de los intereses de los mexicanos.

“Hemos expresado los riesgos que están presentes en la reforma que se ha puesto en marcha, han venido acrecentando su capacidad de incidir una clara orientación privatizadora”.

Y aunque el SNTE no busca obtener privilegio alguno, no quiere ser un obstáculo ni abrogarse facultades que no le corresponden, como tampoco evadir responsabilidades, sólo pide que todos cumplan con la tarea que les compete.

"Tan solo el hecho de descalificar a su sindicato como actor social unificado para impedir que sus propuestas incidan en la formulación de las políticas públicas y en la defensa de la escuela pública, por oponerse a sus afanes privatizadoras e intereses eminentemente mercantilistas".

El país exige una reforma educativa de fondo y que sea integral, “que sea el espacio donde se socialice lo que todos tenemos de responsabilidad, la gran transformación educativa que requiere el país no se logra por decreto ni de manera unilateral”, finalizó.