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Sección: V?a Correo Electr?nico

Espacio ciudadano

¿Vamos bien, por una educación de calidad?

Jorge E. Lara de la Fraga 10/04/2013

alcalorpolitico.com





























































“… Víctimas de una escuela que crea ciudadanos apáticos,
































































entrenados para obedecer en vez de actuar. Educados
















































































para memorizar en vez de cuestionar…”












































































































D. Dresser.



El pasado 3 de abril, en Boca del Río, Veracruz, se efectuó entre bombos y platillos, con gran estruendo mediático, el foro “México con educación de calidad para todos”, presidido por el titular del Ejecutivo Federal, el ciudadano Enrique Peña Nieto, con la participación y presencia de las autoridades locales, funcionarios federales y estatales, especialistas e investigadores, invitados especiales y docentes de la región. El presidente de la República indicó: “Ningún intento de presión pondrá en riesgo la formación y el desarrollo de las nuevas generaciones…” y también señaló que se llevará a cabo la transformación educativa que exigen y merecen todos los mexicanos, con el agregado de que la pretendida reforma marcará para bien el rumbo de nuestro país en las siguientes décadas. Remató su alocución así: “el futuro de México depende en gran medida de lo que hagamos hoy por la educación de nuestros niños y jóvenes. Es por ello momento de mirar alto y lejos…”

Y vaya que hay mucho por hacer en nuestra sufrida patria. La educación en México tiene una gran cantidad de problemas, como el enorme rezago de la población mayor de 15 años, la desigualdad en las oportunidades educativas, la baja calidad de la enseñanza y la ausencia de un proyecto educativo nacional.

Hago votos sinceros y fervientes para que lo vertido en ese foro pedagógico no se quede en mera palabrería hueca, en demagogia de la peor estirpe, sino que esas buenas intenciones se plasmen en acciones positivas y en políticas congruentes para sacar al país del atolladero en que se encuentra, con alrededor de 33 millones de mexicanos mayores de 15 años que no han concluido su educación básica y con una escolaridad promedio nacional de 8.5 años. Con entidades federativas cuyo atraso educativo es superior a la media nacional, como Chiapas, Michoacán, Oaxaca, Guanajuato, Puebla, Zacatecas, Guerrero, Veracruz y con una eficiencia terminal baja en todos los niveles educativos.



En ese foro al que hago referencia algunos investigadores, escritores, científicos y deportistas demandaron al Presidente de México fortalecer el sistema educativo nacional y hacer la enseñanza un derecho humano y un principio ético donde se fortalezcan valores cívicos y sociales. En rector de la UNAM, doctor José Narro Robles, intervino para exigir una verdadera transformación de la escuela pública, donde no se busque a los docentes como únicos responsables del fracaso en la materia. Gilberto Guevara Niebla alertó sobre la influencia negativa del sindicato en las cuestiones técnicas-académicas de la SEP, pues “basta guardar lealtad al sindicato durante un determinado tiempo” para acceder a esos cargos (direcciones, supervisiones y jefaturas de sector).

Por su parte el pensador y poeta Jaime Labastida Ochoa convocó a preservar el patrimonio cultural y a recuperar la enseñanza del español, como eje central de la escuela pública. Asimismo, consideró esencial vigorizar la instrucción en las matemáticas y darle la importancia debida a la lectura.

Expertos en el renglón educacional se oponen a directrices sustentadas en la irresponsabilidad y en las reiteradas ocurrencias sexenales. Apuntan sobre el particular: “La improvisación y la parcialización conducen a fracasos estrepitosos. Si no se transforma la formación de los maestros ni se retoman las prácticas de enseñanza más eficaces, poco sentido tendrán las reformas curriculares. Los currículos y los materiales tienen que ser adecuados a las poblaciones a los que están dirigidos. El enciclopedismo es un obstáculo para concentrar en lo esencial el trabajo de los maestros y de los estudiantes…”



Culmino el presente comentario con algo “de mi cosecha”. Como profesor, ciudadano, padre y abuelo demando congruencia y honestidad institucional en lo que atañe al capítulo formativo, exijo marginar al voraz sector empresarial y al alto clero político de esos nobles menesteres; se impone en ese sentido invertir más del PIB en la educación y la investigación; asumir la SEP las directrices pedagógicas, auspiciar la legítima democracia magisterial y respaldar la labor de las escuelas formadoras de docentes. Cumplir con el artículo tercero constitucional, en lo que corresponde a esa formación integral y laica, para que esos seres del siglo XXI posean conocimientos útiles, adquieran habilidades creativas, sepan convivir civilizadamente y adquieran los valores humanísticos, a fin de que esos renuevos tengan las herramientas para incursionar con audacia por los senderos de la ciencia y no sean víctimas de los dogmatismos ni de las supercherías.

JELF/halt

Atentamente



Profesor Jorge E. Lara de la Fraga