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Sección: Estado de Veracruz

“Yo no creía en el coronavirus; llegué arrastrándome al hospital sin poder respirar”

- Jorge Enrique, de 41 años, fue el primer internado por COVID-19 en el Hospital Regional de Veracruz

- Narra lo díficil que es vivir pegado a un respirador: ahogándose, con dolor, pensando en morir

Wilber Vázquez Veracruz, Ver. 20/04/2020

alcalorpolitico.com


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Jorge Enrique Ochoa Ponce, de 41 años, era escéptico del coronavirus pero el pasado 25 de marzo llegó “arrastrándose” a Urgencias del Hospital Regional de la ciudad de Veracruz, porque no podía respirar. Hoy, tras sobrevivir, advierte que la enfermedad sí existe y padecerla es “muy duro y horrible”.

“Kike”, como lo llaman sus amigos, vive con su esposa e hijo. Ya recuperado, narra cómo pasó varios días sufriendo los síntomas —mientras convivía con su familia— hasta que por fin le diagnosticaron que era portador del COVID-19.

“Los primeros síntomas fueron así: a mí me dio diarrea y temperatura de 38.5 grados, dolor muscular y de articulaciones. Fui al médico y me dijo probablemente era infección estomacal. Pasaron seis días, no se me quitaba, de ahí fui de nuevo al médico. Me revisaron y me dijo que probablemente era dengue; me mandó hacer análisis y salieron bien, me dijeron que probablemente era influenza”.



“Para eso habían pasado seis días y yo empezaba a toser mucho. Día con día, la tos se fue haciendo más fuerte hasta que era insoportable, no me dejaba respirar, no sabíamos que eso era COVID-19”, dijo.

Jorge Enrique explicó que posteriormente su esposa lo llevó al hospital, donde le tomaron rayos-X de sus pulmones, muestras de sangre y signos vitales.

“El médico me dijo me fuera a casa como sospechoso por COVID-19. Al otro día me puse muy mal y tuve que regresar, entré solo a urgencias, prácticamente arrastrándome porque ya no aguantaba, me atendió un enfermero, esperé como 5 minutos para después pasarme a una camilla donde me estabilizaron”.



Así, llegó a la primera de 20 noches que pasaría en el hospital, sin tener la certeza de cuándo regresaría a casa.

Aislado, enfermo y pegado a un respirador



Jorge se convirtió en el primer paciente en ser ingresado y aislado en el cuarto piso del Hosptial Regional, luego de que personal de Epidemiología confirmó que tenía coronavirus.

“Lo primero que me vino a la mente fue mi familia, los que habían convivido cercanamente, mi esposa, mi hijo de 7 años y dos hijas que no viven aquí conmigo pero recién habían estado varios días aquí, mi mamá que tiene más de 60 años”.

No obstante, su esposa e hijo salieron negativos a la prueba, mientras que los demás con quienes convivió no presentaron síntoma alguno.



Mientas, él comenzó a vivir aislado y pegado a un respirador artificial para sobrevivir.

“Es difícil estar aislado, encerrado, no ves nada y sin poder moverte, la enfermedad no me lo permitía. Cualquier movimiento que yo hacía me daba por toser. Para comer tenía que estar intercalando entre el oxígeno y una cucharada de comida. Así estuve, algo muy difícil. Los primeros 10 días fueron los más fuertes para mí”.

Además, señaló la incomodidad de usar los ventiladores, equipo que actualmente el Gobierno busca adquirir para enfrentar el punto más alto de la pandemia que se espera en próximas semanas.



“Para respirar hay una máscara que es un respirador artificial, el famoso ventilador, ese es muy invasivo porque te aprieta muy fuerte, te lo amarran por toda la cara y duele muchísimo. Es totalmente apretado para que trabaje directamente con tus pulmones y no entre o salga aire de ninguna parte, detecta tu ritmo respiratorio y te manda oxígeno a ese ritmo que tú le marcas, es un aparato que te obliga a respirar”.

“Pero al tenerlo, no te permite toser aunque quieras. Algunos pacientes, tengo entendido, no les sirvió eso y son los que tuvieron que dormir para entubar”.

Pensó en la muerte pero sobrevivió



De acuerdo a Jorge, quien nació en Tierra Blanca pero vive en la ciudad de Veracruz, hubo momentos en los que pensó que moriría por la falta de oxígeno y la falta de fuerzas para respirar.

“A veces sientes que el respirador se detiene y te falta el oxígeno. Hubo ocasiones en las que ya no podía respirar más, sentía que me ahogaba y mucho dolor. Pensé que ahí me iba a morir porque no tenía aire, ni fuerzas para respirar de la asfixia que te provoca la enfermedad”.

Sin embargo, logró sobrevivir, por lo que hoy agradece al personal del Hospital Regional que lo cuidó y despidió el pasado 14 de abril.



“Sentí una alegría enorme cuando me dieron el alta, fue muy gratificante la noticia, estoy muy agradecido con todo el personal que estuvo al tanto de mí, de mi salud. No pude identificarlos cuando me sacaron del piso de confinamiento. Si acaso por su voz y complexión, porque siempre usaron caretas y el equipo completo pero me enteré que toda la gente que estaba ahí a la salida era gente que había tenido algo que ver en mi recuperación, me sacaron entre aplausos por el pasillo”.

Explica que actualmente se le dificulta moverse y no tiene tanto equilibrio, por lo que tiene que sujetarse para caminar.

“Pero es por pasar tanto tiempo acostado. En la cuestión respiratoria, me dicen los médicos que gradualmente me iré recuperando, gracias a Dios todos los días hay mejora”.



Además, su esposa Itzel comentó que sus vecinos han sido solidarios y les han llevado comida y víveres, ya que tratan de mantenerse aún en total aislamiento.

Urge a quedarse en casa

“Yo no creía en el coronavirus, yo no creía en el COVID-19. Pensaba, como mucha gente, que era un invento, una conspiración, que era una cuestión política pero la vida me enseñó que sí existe y que es una enfermedad muy dura, es horrible”, dice Jorge.



Recientemente, la televisora TV Azteca y el conductor de su noticiero estelar, Javier Alatorre, pidieron no escuchar las recomendaciones del Gobierno Federal y desatender el llamado a quedarse en casa. Al respecto, “Kike” pide sí hacer caso porque enfermarse de COVID-19 es una experiencia horrible.

“Entiendo el malestar de la población porque tal vez en los números no les cuadra y hay gente que tiene dudas pero escuchando opiniones del sector salud porque son gente que están recibiendo e interactuando con este cargo público, ellos están cambiando su hábito y se cuidan”.

“Debemos hacer lo mismo, en verdad no salgan de su casa. Esto es serio, es algo muy duro, sigan las recomendaciones, es una experiencia tan difícil que no se la deseo a nadie”, dijo el sobreviviente al coronavirus.