65% de los niños de educación básica leen textos literarios

Onelia Argelia Leyva Olivares, asesora técnica de la Coordinación Estatal del Programa de Lectura comentó que de acuerdo a algunas estadísticas, aproximadamente un 68 por ciento de escuelas tiene un espacio destinado para albergar bibliotecas, con lo que también se ha detectado un 65 por ciento de niños lectores de educación básica.

Destacó que lo importante no sólo es contar con el material sino que los libros estén al alcance de los niños para fomentar en ellos el hábito de la lectura; sin embargo, pese a que el Programa Nacional de Lectura creado en el 2002 se dotó de libros a escuelas de educación básica en todo el país, son pocos los maestros que fomentan en los alumnos el hábito.

“Si a los docentes no les gusta leer, difícilmente van a poder motivar a los demás a leer, podemos decir esto porque a la Coordinación Estatal nos llegan evidencias de esta promoción a la lectura que se está haciendo en las escuelas”.

Señaló que por ello, el programa incluye no sólo la línea de fomento a la lectura, sino también la formación de docentes, lo cual les brinda herramientas necesarias para la formación de lectores y escritores autónomos tanto dentro como fuera del aula.

Añadió que a nivel básico, los niños aún de preescolar leen continuamente, ya que no sólo es entender las palabras, sino también las imágenes de los libros, sobre todo en esa edad.

“A diferencia de lo que se dice a nivel general de que en México no se lee, yo creo que al menos en las escuelas sí se está leyendo. Nos hemos dado cuenta de que conforme pasan los años va aumentando el número de lectores en el estado a nivel básico”.

La asesora precisó que también debe procurarse el incremento del acervo por medio de donaciones no sólo de libros, sino también de videos, revistas y periódicos.

Comentó que los padres pueden motivar a los niños a leer si les dan un ambiente propicio con acceso a este material, aunque no puedan entenderlo. Por ello, cuando lleguen a la escuela les será más fácil inclinarse por la lectura.

Agregó que por ello es vital que los docentes practiquen también el gusto por leer ya que necesitan transmitir a las nuevas generaciones el valor de un libro, ya que genera un despertar de la imaginación, así como una extensa variedad de lenguaje que les será de utilidad en sus años escolares.