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Sección: Vía Correo Electrónico

Pionera como abogada y magistrada

A 6 años de su desaparición física, se recuerda a la magistrada María Teresa Álvarez

26/12/2019

alcalorpolitico.com


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Una de las carreras judiciales apegadas a la ética y búsqueda del bien común, fue la desarrollada por la licenciada María Teresa Álvarez Ramírez de Santés, abogada, nacida en la Capital de Veracruz.

Iniciada desde muy joven, donde por razones de la difícil situación económica reinante en la familia, se vio precisada a ser la base del sustento en el seno de la misma.

Cursó sus estudios en el llamado Colegio Preparatorio para posteriormente acudir a la Facultad de Derecho, antiguamente llamada escuela y situada en la calle de Juárez junto al propio colegio en mención.



En una época donde la presencia de la mujer, en las aulas profesionales, era extraña y hasta objeto de lo que ahora podríamos considerar discriminatoria, María Teresa Álvarez Ramírez, se desempeñó con solvencia, conquistando lo que en su momento era un anhelo, ser licenciada en derecho.

Justo premio al esfuerzo y sacrificio, pues combino los estudios con su labor.

Inició desde los puestos más ínfimos en el Poder Judicial, donde aprendió desde elaborar escritos, obviamente a máquina hasta lo que era coser un expediente, usándolas famosas agujas de canevá y el hilo grueso del llamado cáñamo.



Pero el deseo de superación llegó, escalando en consecuencia puestos hasta convertirse en juez, donde se desempeñó en distintos Distritos Judiciales del Estado, pasando lo mismo por Jalacingo, Coatepec, la propia capital estatal con un breve paso en su momento por el Poder Judicial Federal e inclusive, la Cátedra Universitaria y la titularidad del despacho jurídico gratuito de la máxima Facultad de derecho, de la Máxima Casa de Estudios de Veracruz.

Vendría la época en que se convertiría en la Magistrada del Tribunal Superior de Justicia de Veracruz, en la época aun dorada del Poder Judicial y en un puesto, donde contribuiría a darle prestigio al cargo.

Se basó en dos conceptos, honestidad y capacidad.



De humilde, pero digno, conservó esas características en el desempeño de su profesión y al servicio del Poder Judicial estatal, donde por más de cuarenta años, fueron conocidas sus características, su capacidad para imponerse en situaciones difíciles, con un sentido amplio de los conceptos de justicia y comprensión.

Esa honestidad probada la llevo a pasar, como fue toda su vida, en medio de la sencillez y alejada de la fastuosidad y el oropel, que tanto daño le causo al Poder Judicial de Veracruz posteriormente.

La noche del 26 de diciembre de 2013, doña María Teresa Álvarez Ramírez de Santés, falleció, rodeada de sus familiares más cercanos, se fue con la satisfacción de haber cumplido como madre y como una de las profesionales más destacadas de Veracruz, basada en la sencillez y honestidad probadas, que nunca nadie le pudo reprochar y muy alejada del protagonismo insulso.



Hoy, a seis años de su desaparición física, se le recuerda, prácticamente como una pionera de la mujer en la Magistratura del Poder Judicial de esta entidad federativa.