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Sección: Estado de Veracruz

Acusado falsamente de homicidio, joven pozarricense rehace su vida normal

- La experiencia de la enorme solidaridad de la gente que creyó en su inocencia, lo ha marcado

- Todos los testimonios lo exoneraban de la muerte del dirigente priísta, Estrada Cavalaro

Lidia L?pez Poza Rica, Ver. 12/02/2012

alcalorpolitico.com

“Bienvenido a la Libertad”, frase emblemática encubrió la puerta de un hogar pozarricense; detrás de ella, cientos de familias brindaron cálido recibimiento para el joven Daniel Sánchez Cortez, abandonó el Centro de Internamiento Especial Para Adolescentes (CIEPA), en el municipio veracruzano de Palma Sola, tras exoneración absoluta por el delito de homicidio calificado y robo en agravio del ex secretario general del PRI en Poza Rica, Guillermo Estrada Cavalaro.

Los primeros veinticinco minutos del 14 de enero se registraba efervescencia de familiares, amigos y conocidos que le tienen alta estima. Pese a las bajas temperaturas, a nadie le importó resistir esas condiciones, se cumplió el objetivo de “llegar muy lejos”.

La confianza de la familia Sánchez Cortez cristalizó la solidaridad entre ellos mismos, combatiendo la angustia, la tristeza y el pesar.

En la Sala de Responsabilidad Juvenil, del Tribunal Superior de Justicia, se emite resolución bajo el numero de oficio SRJ/47/2012, con resolución del magistrado de la Sala de Responsabilidad Juvenil, Andrés Cruz Ibarra.

Se extiende a partir de la foja nueve que los elementos de la Agencia Veracruzana de Investigaciones (AVI), comandados por Jorge Ismael Cuevas Marín, cometieron ilegal detención contra el menor Daniel Sánchez Cortez.

Se ejecutó la acción sin existir documento escrito de una autoridad que lo ordenara, sin comprobable flagrancia o el señalamiento por algún testigo, no se le encontraron pruebas o instrumentos para cometer el delito, también la ausencia de un abogado, pero más importante, la de su padre o madre, ninguno de ellos fue informado por la AVI de este proceso.

Dentro del proceso de desahogo de pruebas, el expediente muestra que sólo integraron las que proporcionó la parte representada por la fiscalía, consignación que emitió el entonces agente quinto, Aldo Elías Rodríguez, mientras que en la defensa de Daniel Sánchez careció de información.

Se violó su derecho de detención, con un máximo de 48 horas, derecho que emite la propia Ley de Responsabilidad Juvenil, en su artículo 93.1 y el propio Código de Procedimientos Penales para la entidad, según articulo 201.

¡Libre estaba, libre lo queremos! Entre mantas y un moño azul, las manifestaciones surgieron durante estos dos meses, protestas organizadas por sus mejores amigos que daban todo su respaldo a la familia de El Pollo.

El rompecabezas

La pesadilla ha concluido para Don Pedro y para Doña Genoveva, su hogar se lleno con semanas de angustia, de esfuerzo, de sacrificios económicos. Pero de eso, obtuvieron lo inesperado, la suma de fuerzas, de cariño y solidaridad.

Daniel ha reiniciado su vida, se ha transformado y ha sabido perdonar. Es una lección bien aprendida que sus padres le inculcaron en el hogar. Se siente orgulloso de su formación educativa, proviene de la Escuela Marista, cuyos valores los mantiene en alto, esa fuerza que le impidió doblegarse ante la impotencia y la injusticia.

Las pruebas a su favor fueron contundentes, en el día y la hora que Guillermo Estrada Cavalaro fue asesinado, Daniel nunca estuvo con él.

Tras el evento ocurrido el 11 de noviembre, junto con sus compañeros del CBTIS 78 en el Instituto Tecnológico Superior de Poza Rica (ITSPR), Daniel salió con ellos y después se dirigió a su casa. Terminó de arreglarse para entrar a su jornada escolar, llegó al plantel acompañado de su novia. Tuvieron que retirarse porque las clases fueron suspendidas, dado el evento matutino.

La tarde de ese viernes era un momento para compartir, la explanada de la Plaza Cívica presentaba una serie de actividades artísticas, en conmemoración al 60 Aniversario de Poza Rica. Los juegos mecánicos, la presentación de animales exóticos fueron el atractivo para Daniel y su novia, las gráficas de sus celulares registraron el momento y la hora precisa: 08:28 pm.

Era el momento de volver a casa, porque los padres de Daniel siempre han estado al pendiente de él. En el vehículo de un amigo, se acercó lo más próximo a la parada de autobús de la colonia Petromex, rápidamente abordó la unidad y ahí mismo coincidió con su tío Jorge Cortez, varios amigos y vecinos. Luego en casa, vio llegar a sus padres y les ayudó a descender las compras adquiridas en el mercado.

Los vecinos le respaldaron en todo momento, nunca dudaron de su inocencia en el delito de homicidio que se le imputó. Más tarde, poco más de las diez de la noche, Daniel ayudó a una familia de su colonia para colocar un tinglado, tendrían una fiesta y era hora de “echar la mano”. Durmió en su hogar, la noche del viernes y despertó al día siguiente sin imaginar lo que enfrentaría en su destino.

La Fundación Marista de Solidaridad Internacional también emitió su voto de confianza para Daniel Sánchez Cortez, de 17 años de edad, quien tuvo que enfrentar un proceso injusto. Se hizo la petición al gobierno estatal para que se hiciera valer la Convención Internacional de los Derechos del Niño.

Ahora, un proyecto de vida

Pese a la tortura, Daniel ha perdonado. La vida continúa y ya cursa el sexto semestre del nivel bachillerato con carrera en Técnico de Administración de Empresas.

“Me gusta la tecnología, en cómo van los avances, haré un gran cambio pero quiero estudiar Ingeniería en Sistemas. Quiero crear juegos, programas, pero también quiero crear mi propia red social”.

Precisamente, el muro de su perfil en el Facebook las muestras del cariño y apoyo, han sido sorprendentes para él y su familia.

“No he tenido tiempo de terminar de revisar todo, pero me siento agradecido”, el estado de ánimo de Daniel ha tomado normalidad y sobre todo, tranquilidad.

En Palma Sola aprendió a valorar, todo lo que se tiene debe cuidarse, “aquí, si se me rompe la ropa, me compro otra, pero allá no”.

Daniel convivió con jóvenes que pagan por su conducta, de acuerdo al criterio de un juez. Algunos en la lucha por su inocencia y otros, aceptando su responsabilidad y buscando la manera de enfrentar miedos.

Pese a sus 17 años de edad, tuvo cambios en su realidad. Supo de la pérdida de momentos relevantes, como la navidad de familia. Había que ser fuerte, no recordar los momentos de libertad, debía esperar para demostrar su inocencia y evitar desesperarse, “no quería que me diera el carcelazo, te pones triste y a pensar y trataba de vivir como los chavos y no era lo mismo ahí adentro”.

Daniel es futbolista, sigue en el Deportivo Zapata y no ha dejado de ser aficionado del América. Más que el rechazo de quien no haya creído en su inocencia, preserva los mejores momentos desde que llego de nuevo a casa.

Los agradecimientos son interminables

Don Pedro y Doña Genoveva son un matrimonio fuerte, con tres hijos forjados en medio de la lucha por un porvenir, por aportarles valores y educación.

Cada momento quedó grabado para Don Pedro, la sensibilidad le venció al recordar que su hijo Daniel es un joven responsable dentro y fuera del hogar.

Cientos de familias pozarricenses se sumaron a la causa que provocó sentimiento social, “estaban indignados por lo que le había ocurrido a Daniel, no creían que estuviera detenido y mas aun de lo que se le culpaba. Eso no se olvida jamás, imagínese estar pensando que padeció, si nosotros nunca lo golpeamos o maltratamos. No nos dejaron verle, teniéndole en las oficinas en la AVI y con amparo federal en la mano, pero nos lo negaban. Cuando por fin pudimos, solo nos dieron cinco minutos”.

Cada fin de semana, se organizaron kermeses para reunir los recursos económicos que les permitieron viajar a Palma Sola y estar con su hijo, también para pagar los gastos de su defensa. Los vecinos colaboraron, aportando un artículo para la producción de antojitos o en el consumo de estos

“Nosotros no quisiéramos que otras personas pasaran por lo mismo, no se lo deseamos a nadie porque es muy doloroso, muy desesperante. Sentir una impotencia de no poder hacer nada en esos momentos por nuestro hijo. Se le agradece a toda la gente que nos apoyó, porque todo el tiempo nos decían que siguiéramos defendiéndole, no podíamos rendirnos de una u otra manera”.

La decepción en la impartición de justicia, aun presente en la familia Sánchez Cortez. Pero Doña Genoveva, con semblante fortalecido, dijo “ahora soy feliz, de los que culparon a mi hijo, que Dios se encargue de ellos”.