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Sección: Vía Correo Electrónico

Adiós Froy

María Elena Fisher 02/03/2019

alcalorpolitico.com

A Froylán Flores le corría tinta en lugar de sangre por las venas desde que era adolescente, allá en Misantla, cuando escribía con entusiasmo sus primeras notas en “La Voz del Pueblo”. Misantla, cuyas coordenadas geográficas, mágicas, fantásticas, seguro determinaron que cultivara las buenas artes, se inclinara por la voraz lectura de los clásicos juveniles que revendía para comprar más y más libros, y después en Xalapa, leyera a los clásicos y modernos, y escuchara con humildad intelectual las conversaciones de los viejos sabios. Así surge el zoon politikón de excelente escritura que adereza con ironía y buen humor. Froy fue autodidacta sumamente culto y excelente analista que orientaba desde los medios a los actores políticos de su época.

Inició profesionalmente en el Diario de Xalapa, asesorado por don Rubén Pabello, en El Dictamen de los Malpica y el Excélsior de Julio Scherer, para luego fundar un inolvidable 2 de octubre su semanario Punto y Aparte, cuyo target fue la oportuna información política y cultural.

Sí, obtuvo el Premio Nacional de Periodismo que le entregó Luis Echeverría por su trabajo como columnista político, pero su propósito jamás fue el premio, sino realizar su trabajo con las mejores herramientas del momento, teniendo como objetivo siempre a la sociedad y sus necesidades. Recordemos que en ese momento no había celulares, ni internet, ni televisión todo el día, ni computadoras; era una tecnología rudimentaria y el control de la prensa, mediante el control del papel, obligaba a decir las cosas del palacio entrelíneas y entre textos, de manera inteligente.



Recuerdo una columna muy comentada entonces, porque de principio a fin citaba a las ratas que salían en el parque Juárez: inteligentes (pocas) gordas, flacas, con avaricia o lujuria, traicioneras, desleales, hipócritas y corruptas. No se podían decir las cosas con la claridad de hoy, y Froylán fue experto en decirlas de la mejor manera.

Froy se fue en las Calendas, antes de las Nonas y de los Idus de Marzo del calendario romano que solía citar, no por el festival del año nuevo sino por la muerte de Julio César que fue apuñalado por sus inclinaciones monárquicas, pero los hombres del poder, después de tantos siglos aún no entienden. Sospecho que a él ya le urgía irse después de su tragedia familiar.

Froy tuvo muchos amigos, a quienes escuchaba tratando de encontrar el sentido de los hechos y de los dichos. Fue un hombre respetable y respetuoso de sus mayores y menores, un padre que amó profundamente a su hija y nieto, que sufrió por muchos años, en silencio, su trágica muerte, y un esposo que veló la enfermedad de doña Raquel hasta que le cerró los ojos. Hoy se encontrará con su familia en el más allá, donde podrán continuar sus divertidos diálogos y monólogos.



También se encontrará con don Rubén, lejos ya de la inquina, avaricia y mezquindad por el poder que les rodeó. Allá podrán hacer las paces que los ruines de este mundo impidieron, porque a pesar de la distancia los dos, inteligentes como eran, se profesaron cariño y respeto hasta el final. (María Elena Fisher).