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Sección: V?a Correo Electr?nico

Admite que el IMSS ha venido mejorando pero se queja de que su doctora lo apuró

Paciente que sufrió dos infartos dice que los esfuerzos de unos por dar buen servicio, otros los echen a perder

14/06/2012

alcalorpolitico.com

Buen día:

Mi nombre es (…) y me gustaría que su periódico, el cual es leído por mucha gente me ayude a difundir lo siguiente, el único favor es que por mi seguridad sea omitido mi nombre.

"El día martes acudí a mi cita en la UMF 66, para ser exactos en el consultorio 16 Vespertino, donde toda la confianza que había vuelto a ganar el IMSS conmigo se fue por los suelos, ya que si bien es cierto que en los últimos años esta institución se ha destacado por brindar una atención de mejor calidad (sin olvidar la cantidad de pacientes que atienden diariamente), con médicos más capacitados y sin las asistentes que realmente aterrorizaban con su mal carácter...

Pues tuve la desgracia de que me atendiera una de las "doctoras" de la vieja escuela donde el paciente sólo era observado de lejos y no es porque necesite mimos y chiqueos, sólo que una buena atención la merecemos todos, pues deben recordar que gracias a todos los pacientes que acudimos diariamente es que tienen trabajo y se me hace injusto que por una o dos personas que sólo trabajan por necesidad toda la labor de esa institución se venga abajo, pues repito de hace unos años a la fecha me he llenado la boca haciendo énfasis en la excelente atención que han tenido no sólo conmigo, sino con conocidos y gente muy cercana a mí.

Sin más preámbulo quiero hacer público el nombre de la doctora María Elena Salgado Mavil, que desafortunadamente me atendió, no sin antes citar las dulces palabras que salieron de su boca mientras masticaba con mucho ritmo un chicle de manera muy educada "APÚRESE QUE TENGO MÁS PACIENTES, USTED NO ES EL ÚNICO".

Posiblemente no signifique nada para algunas personas, pero créanme que sí se lo hubieran hecho a su papá, a su mamá o a algún ser querido habrían sentido la misma rabia que yo sentí, pues soy una persona a la que hace menos de seis meses le dieron dos infartos y aunque no por eso nos tienen que sentar sobre algodones, sí creo que cada uno de los pacientes que acudimos diariamente (ya seamos citados o de los que tienen la emergencia y se arriesgan a ir con su tarjeta casi 3 horas antes de que comiencen a dar cita) tenemos el derecho de ser atendidos con el respeto que merecemos y además con la delicadeza que cada caso amerita.

No dudo que alguno de sus lectores se identifique con esta situación, lo importante es que llegue a las personas correctas para que este tipo de situaciones no sea recurrente y no por unos cuantos que ya sólo están por ocupar un lugar, paguen los que realmente se han esforzado para ir subiendo en ese sistema que esperemos algún día carezca de esos vicios.

Gracias