Afectaciones graves a la salud por “huachicoleo” y derrames de hidrocarburo, advierten

La venta ilegal de gasolina llega a repercutir hasta en un 40 por ciento en las ventas de las estaciones que sí cumplen con la normatividad; lamentó el presidente de la Asociación Mexicana de Proveedores de Estaciones de Servicio AC (AMPES), Isaías Romero Escalona.

“Indudablemente es una desventaja que hemos visto en ese sector, lo cierto es que afecta a los negocios establecidos”, refirió y al mismo tiempo aseguró que actualmente las autoridades realizan su trabajo; por lo que confían en que se pueda eliminar este tipo de “comercio” con el fin de que haya "piso parejo".

Indicó que con el apoyo de la Comisión Reguladora de Energía (CRE) y el Servicio de Administración Tributaria (SAT) han encaminado estudios con respecto a cómo se deben implementar los controles volumétricos para fin de año, cuando se espera tener un control más estricto.

Sin embargo, admitió que no se pueden controlar por el momento, principalmente porque este fenómeno se sigue dando en bidones y rancherías, por mencionar algunos ejemplos; de ahí que la autoridad apoyará y promoverá al sector gasolinero, para que haya estaciones multimodales o pequeñas que puedan brindar un servicio con menor costo de inversión, que tenga producto directo de las petroleras.



“Todos resultamos lastimados. Se habla mucho del ‘huachicol’, de las bandas de chupaductos, pero poco se toma en cuenta que un derrame inutiliza, por cada litro que se fuga, un millón de litros de agua”.

No obstante, un asunto muy grave es que en esas regiones donde se cometen esos ilícitos en unos cuatro años los pobladores van a tener enfermedades; “por haber vendido clandestinamente unos litros están condenando a las familias a padecer enfermedades terminales, lo peor es que no hemos escuchado la Sector Salud pronunciarse al respecto”.

Expuso que en el resarcimiento del daño al medio ambiente debería actuar PEMEX y SEMARNAT en la restauración, “pero no se está realizando, si están ejerciendo mayores controles por eso la normatividad va a empezar a regular esos hechos”.



Por último, el titular del AMPES acotó que se calcula que dentro de cuatro a cinco años se verá en mantos acuíferos o la tierra, la repercusión; por lo regular son efectos cancerígenos.