Agreden empleados de parquímetros a reportero y Director del Tec de Veracruz

Un elemento de la empresa Zeus Vialidad, que opera los parquímetros en Veracruz, agredió al director del Instituto Tecnológico de Veracruz, David Reynier y al reportero Armando Acosta.

Pese a que el empleado de la compañía amagó con golpear al periodista con el candado de acero con el que inmoviliza los autos, la Policía Municipal de Veracruz y la Policía Naval negaban su detención.

Incluso, los elementos policiales al escuchar que durante los hechos el trabajador de Zeus tenía el casco puesto dejaban ver a los afectados que entonces cómo pudieron ver su rostro.



Todo empezó cerca de las 8 de la mañana cuando el director del ITV salió a colocar más dinero al parquímetro ubicado afuera del Café de La Parroquia, del malecón de Veracruz.

Sin embargo, vio que dos jóvenes de Zeus le estaban poniendo el cangrejo, por eso fue a reclamar argumentando que el alcalde de Veracruz, Fernando Yunes Márquez ha declarado en varias ocasiones que hay 15 minutos de tolerancia.

Ante esto, los empleados dijeron que ellos no sabían nada de eso y procedieron a poner el candado, momento en que empezó un forcejeo con el profesor. Armando Acosta al ver todo desde adentro del café salió a grabar la trifulca.



Uno de los oficiales huyó a una esquina con parte del inmovilizador en la mano, el reportero lo alcanzó y en una trasmisión en vivo denunció que era el empleado que había intentado agredir a Raynier.

Cuando tuvo el teléfono de frente, el empleado estalló e intentó quitárselo al periodista, a los gritos alertó a las personas que pasaban por el lugar para que dieran cuenta de la agresión.

Lejos de inhibir al sujeto, el uniformado tomó el tubo del candado e intentó pegarle a Acosta que tuvo que guardar su distancia.



Tras esto, el trabajador de Zeus gritó "a mí no me hagas iris", salió corriendo burlándose y tirando en la esquina el fierro que iba a usar como arma.

De regreso, afuera del Café ya estaban los efectivos de la Naval de la Policía Municipal junto con inspectores de la empresa, pero ninguno hacía nada por solucionar el problema.

Pese a los reclamos del maestro y del reportero, los navales no quisieron detener al sujeto agresor que todavía se dio el lujo de regresar para amenazar al reportero desde lo lejos.