Agresiones a periodistas en Veracruz son las peores del continente: Emilio Álvarez

El exsecretario ejecutivo de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), Emilio Álvarez Icaza, afirmó que el alto nivel de censura y de agresión a periodistas que se alcanzó en Veracruz es el peor del Continente Americano, pero no ha tenido una respuesta de la misma magnitud por parte de las autoridades estatales y federales.

“Veracruz vivió las peores experiencias de censura y de ataque, la dimensión del agravio en materia de libertad de expresión es de lo peor del continente”, alertó.

En ese sentido, aseveró que la situación de la libertad de expresión en la entidad es de las peores en el país y se sigue esperando un cambio radical en la materia por parte del nuevo gobierno encabezado por Miguel Ángel Yunes Linares.



“El fenómeno de periodistas atacados sigue en un marco de impunidad, no hay justicia para ellos ni para sus familias y las críticas que se hicieron a la administración anterior tendrían que tener esfuerzos radicalmente distintos en términos de una propuesta mucho más fuerte”, planteó.

Opinó que a la fecha los mecanismos de protección de periodistas tienen una debilidad estructural que no han mejorado este escenario: “por eso me parece que el fenómeno tiene que tener respuesta del tamaño de la gravedad de este asunto”, pronunció.

Incluso criticó que la nueva administración retomó el mecanismo creado por su antecesor, pero lo reprodujo sin reforzarlo ni mejorarlo.



“Lamentablemente se ha reproducido en los mismos términos; yo no estoy viendo que la respuesta sea del tamaño del desafío, del agravio. No puede mandarse un mensaje que no sea otro que el de la justicia, los periodistas la siguen esperando, así como los familiares de las familias de los asesinados”.

Álvarez Icaza agregó que los esfuerzos también tienen que enfocarse en términos de protección laboral, puesto que a la fecha la desprotección en la materia es alarmante, pues algunos trabajan como “freelance”.

En cuanto al tema de secuestros y desapariciones que atraviesa el Estado, lo calificó como un nivel de barbarie y de criminalidad originado durante el gobierno de Javier Duarte de Ochoa, actual prófugo de la justicia.



“Es de los más representativos niveles de corrupción política y social, lo que está representado en los desaparecidos y las fosas apenas se está empezando a conocer con claridad, pero ya se había dicho, muchas familias levantaron la voz ante una industria del secuestro, de la extorsión y de los desaparecidos”.

Agregó que el hecho de que se sigan contando fosas como si se contaran parques es apenas un indicador de la brutalidad y de la complicidad entre los actores gubernamentales.

“Yo espero que la nueva administración tenga resultados mucho más radicales y también muchas de estas cosas no se explican sin la complicidad o la omisión Federal”, sentenció.