Albergando a pacientes y sus familias, Ema agradece haber superado el cáncer

Cuando en el año 2015, le detectaron cáncer cérvicouterino, Ema Vicenta Ramírez García no se dio por vencida e inició su tratamiento en el Centro Estatal de Cancerología (CECAN) "Dr. Miguel Dorantes Mesa".

Al recuperarse tras varios años de tratamiento, Ema Vicenta prometió que ayudaría a más personas con esta enfermedad y es lo que hace junto con sus hijos en el albergue “Zabulón”, ubicado a unas cuadras de este hospital, en Xalapa, en una casa rentada en la calle Pestalozzi, en la colonia Aguacatal.

"No teníamos literas, dormíamos en el piso. Empezamos con colchonetas. Mi hijo rentó este lugar porque fue su meta y la mía, de que si Dios me sanaba iba a ayudar a las personas como yo".



En septiembre del año pasado, su hijo Jesús Gaona Ramírez, encargado de este albergue, buscó sin éxito que el Gobierno del Estado –entonces a cargo de Miguel Ángel Yunes Linares– apoyara con el pago de renta o con donaciones a los gastos del servicio de este albergue. Sólo algunos diputados se acercaron y donaron despensas, refirió Ema Vicenta, quien nuevamente pide a las autoridades estatales el apoyo.

"Ahorita lo único que nos preocupa es la renta (…) pues ya no se puede solventar. Esa fue la ayuda que se le pidió al Gobierno hace un año, que nos apoyara con un poco de renta".

En la casa de dos pisos que da el servicio de albergue se han quedado hasta 50 personas, entre pacientes y acompañantes que acuden a recibir tratamiento en el CECAN. "Amontonados, pero aquí estamos. Somos una familia. Es un albergue, pero aquí todos somos una familia", subrayó luego de que desayunaran sus familiares, pacientes con cáncer y sus acompañantes en una mesa puesta entre las camas en la entrada del albergue “Zabulón”.



En este lugar encuentran refugio y comida pacientes que han logrado vencer el cáncer, como Modesta García, de 78 años. Desde hace ocho llega del sur del Estado a recibir tratamiento. Hace 11 días llegó a este albergue junto con su hija. "Buscamos aquí porque no nos cobran una cantidad. Es lo que nosotros podemos aportar, dejarles. Aquí comemos y todo", concluyó.